Este martes por disposición del Juzgado Civil de 7° Turno de Montevideo, fueron rematadas las tierras del frustrado fraccionamiento Las Calas, donde decenas de familias de Maldonado fueron estafadas. Las tierras fueron rematadas por el propio hipotecante que, les dio tranquilidad a los vecinos para avanzar hacia un acuerdo.

El propio hipotecante, Álvaro González, fue quien remató en US$ 1,5 millón la tierra donde se proyectaba un fraccionamiento que quedó por el camino cuando la promotora luego de hacerse de varias decenas de miles de dólares, se fue del país sin cumplir lo acordado.

Este martes se llevó a cabo el remate en la capital del país, donde entre los oferentes estuvo un representante de la Intendencia de Maldonado que, ofreció US$ 780.000 por las tierras, según dijo al periodístico Frecuencia Abierta de Aspen FM de Punta del Este, el vecino Oscar Ramírez.

Ramírez, confirmó que finalmente las tierras fueron adquiridas por el hipotecante que también fue estafado por la misma promotora del fraccionamiento Las Calas. Álvaro González dialogó con los vecinos y les dio la tranquilidad de que no iniciará ningún tipo de acción para desalojarlos.

El adquirente prometió llegar a un acuerdo razonable, ya que también había resultado perjudicado, y reconoció que muchos vecinos habían pagado distintas sumas de dinero por los predios. Oscar Ramírez recordó que el empresario, cuenta con decenas de predios para comercializar.

Por el techo

Oscar Ramírez, integra una de las 25 familias que decidió comenzar a construir y afincarse en el predio de casi 62.000 metros cuadrados, que un día les prometieron sería un fraccionamiento dotado de todos los servicios y calles. Pagaron por la tierra desde US$ 8.000 a US$ 60.000.

Las Calas I es el fraccionamiento nunca concluido, ubicado al Norte de la ciudad de Maldonado, en la esquina de avenida Luis Alberto de Herrera y Camino al Pantanal, en una de las zonas periféricas a la capital departamental de más desarrollo en los últimos años.

La promotora del fraccionamiento pretendía vender 114 lotes, 77 de los cuales fueron comprados y pagados parcialmente. De ese número de promitentes compradores, 25 decidieron el año pasado comenzar a construir sus viviendas y en este momento muchos están afincados allí.

Ramírez explicó que con mucho sacrificio, iniciaron por su cuenta las gestiones ante Ute y Ose para obtener los respectivos servicios, al tiempo de acondicionar las calles que la vendedora del fraccionamiento tampoco nunca construyó; una máquina apenas delineó algunas de ellas.

El periplo de estas familias trabajadoras de Maldonado, que como tantas soñaban con la casa propia y para ello apostaron mucho dinero en algunos casos, comenzó en el año 2013 cuando empezaron a percibir que las obras en Las Calas I no avanzaban de acuerdo a lo anunciado.

La habilidosa vendedora del proyecto, Elda Raquel Pérez Novaro, ante cada consulta tuvo una excusa para explicar el retraso de las obras. Vendió terrenos de unos 300 metros cuadrados (promedio) con todos los servicios: agua potable, energía eléctrica y saneamiento.

Sin embargo, a medida que pasó el tiempo los promitentes compradores solo fueron viendo la colocación esporádica de algunas “estacas” -simulando acciones de agrimensura-, y el trabajo de maquinaria vial que lejos de delinear calles realizó algo así como cañadones artificiales.

Elda Raquel Pérez Novaro había adquirido las tierras por poco menos de US$ 2 millones mediante una hipoteca, y en 2011 comenzó a comercializar los predios en forma directa, sostenida por una fuerte campaña promocional en algunos medios de comunicación de Maldonado.

A cada promitente comprador, al momento de la firma del compromiso, le aseguraba que en un año recibiría su terreno con todos los servicios y vías de acceso. Ni a los primeros ni a los últimos clientes de los 114 lotes comercializados les cumplió.

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