El Ministro (i) de Salud Pública, Jorge Quian, participó de la capacitación que la cartera brinda cada año a representantes de instituciones prestadoras de servicios de salud en torno al tratamiento de casos sospechosos de dengue, zika y chikungunya. El protocolo de intervención incluye definiciones sobre análisis de laboratorio y notificaciones a las autoridades, así como lo referido a la atención del paciente.

En los primeros días del año no se han constatado casos confirmados de dengue y las cifras en la región son inferiores respecto de temporadas pasadas. En 2017 se registraron 3 casos en Uruguay, mientras que 2016 fue el de mayor brote con 62 personas infectadas.

A pesar de ese declive, el MSP reforzó las acciones con los prestadores en torno al tema, no solo sobre dengue sino también sobre zika y chikungunya, dado que la circulación del mosquito Aedes aegypti, suele incrementarse en esta época del año donde el calor y las lluvias aumentan.

Quian informó que actualmente están a estudio 3 casos sospechosos de dengue, sin confirmación. Se trataría de dos autóctonos, uno de Rocha (cuyo primer antígeno dio negativo) y otro de San José. Y el tercero sería importado por una persona procedente de Paraguay.

En ese contexto, este viernes 12 en la sede ministerial se capacitó a referentes de las instituciones sanitarias en torno al protocolo existente que se actualiza cada año. Eso incluye la vigilancia epidemiológica de estas enfermedades.

Además, la definición de, ante qué situaciones se deben realizar análisis de sangre que descarten estas patologías y la notificación a la autoridad sanitaria de los casos. “Hay que estar atentos a la posibilidad de un caso”, advirtió el titular interino de Salud Pública.

Si surge una sospecha, “se debe enviar una muestra de sangre al laboratorio central del Ministerio de Salud Pública, donde se realiza la confirmación o no de la enfermedad”, explicó Quian, al tiempo que aclaró que todos los equipos de salud están muy preparados.

Quian recordó la importancia de continuar y reforzar las medidas que evitan la proliferación del Aedes aegypti en los domicilios, como mantener limpio tachos y usar repelentes y mosquiteros, medidas tanto para quienes permanecen en el país, como para los que viajan donde hay presencia del mosquito.

“Las enfermedades transmitidas por el Aedes son de todos y, si todos combatimos el mosquito, seguramente haya menos densidad del mismo y menos probabilidad de transmisión”, insistió el funcionario.

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