*) Psic. Manuel Froilán Zavala Ayala

Muchas familias niegan un suicidio obvio aun en el caso de que haya evidencia indiscutible. La mera idea de que un ser querido se quite la vida es emocionalmente difícil de asimilar. El proceso de negación es complicado por el sentido abrumador de la culpa y de la responsabilidad que siente la familia.

Simplemente es muy doloroso para los miembros de la familia el admitirse el uno al otro que su ser querido se quitó la vida. Cada miembro se siente responsable por no haber prevenido la pérdida.

Sería difícil el sobreestimar las consecuencias actuales y futuras por causa de esta tendencia suicida si es que no se hace algo en cada comunidad que ayude a abortar este tipo de incidentes. Esta desesperante situación no va a cambiar por sí sola.

Otras tendencias, tales como el quebrantamiento de la unidad familiar, la decadencia de los valores y la poca consideración del valor de la vida, alimentan la problemática suicida. Estas tendencias no están mejorando, así que tampoco podemos esperar que la tasa de suicidio disminuya.

El suicidio es un síntoma de problemas, situaciones y tendencias las cuales no hemos reconocido ni enfrentado de la manera apropiada. Conocer las señales de aviso o los síntomas que puede mostrar una persona que desea suicidarse es un primer paso esencial, para disminuir las muertes.

La mayoría de las personas que han perdido a un ser querido por causa del suicidio dicen que nunca se imaginaron que les pudiera suceder a ellos, y que no vieron nada que indicara que su ser amado estaba experimentando algún problema grande. Una de las razones es que muchos de los mensajes pueden ser sutiles.

Un área en la que los adolescentes son altamente deficientes es la de “soportar el sufrimiento”. Reciben un sinnúmero de oportunidades para afligirse, pero tienen pocos recursos para tratar con ello. Además, debemos enseñar a los chicos que los sentimientos siempre cambian, aun aquellos que parecen abrumarnos.

Hay momentos que a todos nos dan deseos de darnos por vencidos. Un día puede que nos sintamos maravillosamente bien y pensamos que la vida es grandiosa, al día siguiente nuestras vidas parecen no tener esperanza alguna.

No debemos olvidar que la clave para la prevención es HABLAR. Es necesario que aprendamos a expresar y exteriorizar lo que sentimos. De esa forma, la persona agobiada, podrá recibir ayuda.

NO OLVIDE: El suicidio es una causa de muerte EVITABLE.

 

*) Licenciado en Psicología, especialidad Clínica (con Habilitación Profesional del MSP). Miembro Honorario en el Área de Negociación Antisecuestro (gerenciamiento de crisis) del Grupo Halcón de la Policía Argentina Especializaciones en Suicidología: Red de Suicidiólogos (Representante Nacional hasta el año 2.008); Red Iberoamericana de Suicidiólogos (Argentina).

Miembro de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM), desde el 10 de agosto de 2016.Ex - Miembro de la Sociedad Mexicana de Tanatología.

Libros publicados: “Suicidio Infanto-Juvenil” - Cómo reconocer las Señales de Advertencia (Editorial Arandura. Año 2006); “El Suicidio - Un grito silente (Imprenta Tradinco. Año 2017). Disertante en múltiples eventos en varios países.

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