*) Daniel Pelenur MBA

Una pequeña introducción de lo que es un gasto en nuestras empresas. A fin de simplificar la idea, gasto es una salida de fondos (egreso financiero), que en general no forma parte del valor de los productos (costo). Hay gastos que tienen una incidencia más directa en la obtención del producto (gastos directos) y otros que son generales, no asimilables directamente al costo de producción o servicio.

Como ejemplos, la mano de obra utilizada para producir un bien, lo puedo considerar un gasto directo; si tengo un egreso en marketing o comercialización, mantenimiento general, gastos de representación, dichos gastos son más difíciles de asignar, y pueden ser considerados indirectos.

Toda empresa, a fin de mantener su ciclo productivo o de servicios, necesita incurrir en gastos; en general dichos gastos son directamente asignados a cuentas de resultado negativo, egreso financiero directo, o pueden activarse e incluirse en el costo del producto o servicio (gastos directos).

Dejemos la teoría y vamos al grano actual.

Existen los gastos de representación; dichos egresos tienen que ver con actividades de gerencia, alta gerencia, directores, dueños, en los cuales se produce un gasto que debe estar directamente relacionado a la obtención de un objetivo, comercial, estratégico, es decir, es una erogación que debe estar ligada a la visión empresarial, a su supervivencia. Almuerzo con un potencial cliente, o proveedor; viaje para mostrar un producto para promocionar mi línea de exportación, entre otros.

Dichas erogaciones o gastos, deben ser controladas por la administración; control y aprobación, de acuerdo a un protocolo de funcionamiento en el cual se establecen claramente los parámetros y límites de dichas salidas financieras.

De acuerdo al tamaño de la empresa, ese control lo hace el superior inmediato generalmente, o en estructuras más grandes existe un área que se llama auditoría interna, que se ocupa del control y buen seguimiento de todos los procesos de la organización.

Para la mejor registración, contabilización, control, existe la tarjeta corporativa. Dicho instrumento, está confeccionado a nombre de la persona, pero es la empresa la responsable fiscal y del pago.

Nos estamos enterando de ciertas erogaciones hechas en este caso por quien fuera presidente de la empresa más importante del país, cuyo accionista es el Estado, y a los gobiernos de turno les corresponde su administración. Dicha empresa que ha tenido un déficit de más de 800 millones de dólares, siendo monopólica!.

Erogaciones hechas con la tarjeta corporativa, que aparentemente no tienen mucha relación directa con la consecución del objetivo, visión, esfuerzo comercial y demás ítems que puede tener cualquier empresa.

Mas que la suma de gastos, que es insignificante en relación a la pérdida del ente estatal, el hecho es grave, primero por la inteligencia de quien hace el gasto; ese nivel de inteligencia o viveza criolla, ha gobernado la empresa, que peligro!. El daño está hecho, pero dicha empresa tiene una enorme estructura, sí con auditoría interna y demás controles; todos fallaron o miraron para el costado, todos son responsables.

Tarjetas corporativas…. Si pudiésemos auditar los gastos de los que gobiernan y han gobernado nuestras empresas públicas, estoy seguro que nos encontraremos con muchas más sorpresas…

Hay algo interesante que debo comunicar, estamos como despertando y no queriendo ver más estas cosas; nos estamos enterando aunque sea, hay cierta bronca, impotencia, de que esto no puede seguir pasando, que los personajes con esta inteligencia y viveza, no pueden dirigir ninguna empresa.

En nuestro país hay de sobra, profesionales altamente capacitados, que pueden hacer una labor más eficiente, productiva, y llevar adelante las empresas públicas. Dejemos de poner gente en los directorios que no tiene nada que ver con la cosa, que no están capacitados, que no entienden prácticamente nada de lo que es manejar una empresa.

Esto pasa en Uruguay hace muchas décadas, no es solo el gobierno de turno, llega el momento de estar alerta y tratar de que esto no suceda mas; como ciudadanos comunes, estamos tomando conciencia del hecho, y ya no lo podemos soportar mucho más.

En uno de mis puestos gerenciales, tuve una tarjeta corporativa, si hubiese comprado un colchón, mi puesto habría durado como 10 días; aclaro que la empresa no estaba en el rubro colchonería, era del rubro alimentación.

*) Master en Administración de Empresas (New York University). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires. Docente Universitario. Desde el 2008 hace consultoría y capacitación en empresas familiares en áreas de Administración, Contabilidad, Finanzas y Organización. Cel. 099 141 417 - Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

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