Un joven de 25 años, poseedor de varios antecedentes por robos realmente increíbles cometidos en todo tipo de comercios de Maldonado, fue enviado a la cárcel por 10 meses, tras robar 28 cassatas heladas de un depósito del barrio Los Aromos; además, andaba en una moto robada.

El Juez Penal de 4° Turno, en proceso abreviado dictó sentencia definitiva para Víctor Manuel Díaz Sosa, de 25 años y poseedor de varios antecedentes penales, como autor de dos delitos de hurto, uno de ellos agravado y en grado de tentativa, condenándolo a 10 meses de prisión.

Este sujeto, en horas de la madrugada del miércoles último, ingresó al predio de la distribuidora de helados Crufi, ubicada en las calles Sicilia y Córcega del barrio Los Aromos mediante escalamiento de los muros, y tras revisar los camiones de la empresa y provocar daños en uno, robó 28 cassatas heladas.

La Policía fue inmediatamente alertada del hecho por lo que rápidamente se inició la búsqueda del autor, quien fue ubicado por un móvil en el cercano barrio Cerro Pelado, a bordo de una moto junto a otro individuo y llevando un bulto muy grande envuelto en una frazada.

Cuando se les pidió que detuvieran la marcha, emprendieron la fuga por distintas calles, hasta que en un momento Díaz Sosa arrojó a la calle el bulto que no era otra cosa que el cargamento de helados que poco antes había robado. Finalmente, ambos fueron detenidos.

Víctor Manuel Díaz Sosa, fue imputado por el hurto de los helados y también por el de la moto que había sido denunciada como robada unas horas antes, y en la que se desplazaba junto al otro sujeto. Precisamente el otro individuo quedó en libertad, aunque en calidad de emplazado.

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Díaz Sosa, poseedor de varios antecedentes penales, fue procesado con prisión en marzo de 2016 y condenado el 12 de agosto del mismo año, como autor de tres delitos de hurto en reiteración real, tras haber robado en pocos días un almacén, una papelería y una farmacia.

El jueves 11 de marzo de aquel año, robó dos cajas de goma de mascar de una farmacia donde aportaron datos muy importantes para su identificación. En horas de la noche del mismo día, personal del área de detectives del Distrito 2, lo detuvo en avenida Lavalleja.

Víctor Manuel Díaz Sosa, interrogado en dependencias de Investigaciones, admitió no solo el insólito robo de la farmacia, sino también el de un almacén de la calle José Pedro Varela el viernes 5 de marzo, del que se llevó dos frascos de café, y también el de una papelería de Camino Lussich.

En el caso de la papelería, el botín fueron tres dispensadores de lapiceras. Este robo lo cometió horas antes del de la farmacia, según reconoció ante los efectivos a cargo del caso, que inmediatamente lo dejaron a disposición judicial, con el resultado ya señalado.

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