Centro de comando global de créditos de First Data, en Omaha, donde se detectó la gigantesca estafa que se estaba perpetrando desde Uruguay.Interpol Uruguay llevó ante la Justicia al francés que el verano de 2014, provocó una lluvia de miles de dólares desde la terraza de un afamado boliche de la zona portuaria de Punta del Este. El presunto afortunado en un casino, no era otra cosa que integrante de una red internacional de estafadores.

Interpol Uruguay llevó ante la Justicia al francés identificado como A.C.A.B., buscado en todo el mundo como integrante de una banda internacional dedicada a maniobras con sistemas de datos que provocaron pérdidas millonarias a por lo menos una empresa multinacional.

El hombre, que el verano de 2014 provocó una lluvia de dólares desde la terraza del afamado boliche Moby Dick de la zona portuaria de Punta del Este, fue condenado a prisión por un delito continuado de estafa, en concurso fuera de la reiteración, con un delito continuado de lavado de activos.

La empresa poseedora de la franquicia “Master Card y “Maestro” para el continente americano fue la denunciante de un importante daño económico, a raíz de una estafa que se ha estado investigando desde hace varios años, por parte de la Justicia Internacional, incluida la uruguaya.

Douglas Da Silva, de la Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado e Interpol Uruguay, explicó que “la maniobra ocasionó pérdidas a la empresa denunciante por unos US$ 43.000.000, aproximadamente, y se comenzó a investigar hace unos 4 años".

La operación consistía en utilizar una falla del sistema conversor de la divisa del sistema de la empresa damnificada, "que se presume fue provocada por alguien desde el interior de la misma", aunque en ese extremo aún se sigue trabajando, según el investigador.

La falla permitía que los estafadores, adquirieran cualquier tipo de producto en dólares y luego lo pagara en pesos uruguayos, con una diferencia sustancial entre una moneda y otra que luego les permitía comercializar lo adquirido obteniendo grandes ganancias.

El dinero era blanqueado en compras de bienes de mucho valor donde, entre otros, se encontraban motocicletas Harley Davidson y automóviles de la marca Morris, todos los que "luego eran vendidos a precios muchos más bajos que el mercado", explicaron desde Interpol Uruguay.

Por esta operación que se encuentra en la órbita del Juzgado Penal de Crimen Organizado de 1er Turno y de la Fiscalía de Crimen Organizado, ya fueron investigadas más de 40 personas y más de 60 empresas, mientras que hubo 15 personas condenadas por distintos delitos.

En el caso del francés A.C.A.B., fue detenido en Barcelona, España, tras una notificación de color “Roja” a nivel internacional, y fue extraditado a nuestro país en los últimos días. La investigación continúa y no se descartan nuevas actuaciones para determinar si existen otros involucrados.

Largos años

La mega estafa que rondaría los US$ 43 millones, comenzó a ser investigada por el juzgado Especializado en Crimen Organizado a cargo del doctor Néstor Valetti, quien en mayo de 2015 decretó los procesamientos de un holandés, un paraguayo, un francés y un uruguayo.

La investigación fue llevada adelante por un equipo multidisciplinario integrado por personal de Lucha contra el Crimen Organizado e Interpol, de la Secretaría Nacional Antilavado, de la Unidad de Investigación y Análisis Financiero (UIAF) del Banco Central y de una perito contable del ITF.

A nivel internacional, se sumaron afamados organismos de investigación e inteligencia como el FBI de Estados Unidos, que apuntaron a descubrir si se produjo una falla en el sistema de conversión de monedas de “First Data”, o si se trató de maniobras de un hacker que logró ingresar al software.

¿Solo Uruguay?

Una de las interrogantes que procuraron develar los investigadores, es porqué la maniobra se realizaba en Uruguay, mediante cuantiosas compras en una veintena de empresas de distintos rubros, por parte de ciudadanos europeos (holandeses y franceses) y paraguayos.

El falló en la conversión de la moneda, comenzó a verificarse en el año 2008, pero no fue detectado rápidamente, porque se trataba de transacciones de menor cuantía que no afectaban los negocios que maneja la firma administradora de las tarjetas de crédito y débito más grande del mundo.

La denuncia ante el Juzgado de Crimen Organizado de 1er. Turno, a cargo del juez Néstor Valetti, fue presentada el 7 de noviembre de 2014, junto a una lista de personas que se habrían beneficiado con las maniobras. También figuraban los comercios y empresas donde se realizaron las compras.

El de la lluvia

Tras los primeros procesamientos decretados por el juez Néstor Valetti, volvió al tapete el insólito caso de la lluvia de dólares protagonizada por un francés la madrugada del 10 de enero de 2014, en el afamado boliche Moby Dick, ubicado frente al puerto de Punta del Este.

Aquel francés que nadie conocía ni sabía dónde se alojaba, ni porque hizo lo que hizo, se supo que era A.C.A.B., el que no estaría ajeno a estas maniobras en Uruguay, porque uno de los primeros procesados por la mega estafa, su compatriota N.G., casualmente era amigo suyo.

Hasta el Banco Central (BCU) estuvo investigando a A.C.A.B. que durante aquella madrugada de enero de 2014 tiró desde la terraza de Moby Dick, una suma estimada en los US$ 30.000. En ese marco se habrían detectado compras millonarias, con tarjetas de débito del banco europeo BNP.

Empero, llamó la atención que un hombre presuntamente vinculado a millonarias maniobras ilícitas, “se regalara” en un medio relativamente pequeño como Punta del Este. ¿Haría semejante ostentación, tirando a la vista de cientos de personas miles y miles de dólares?. Resultó al menos llamativo.

Reguero de pólvora

La noticia de la lluvia de dólares comenzó a correr como reguero de pólvora en distintos ámbitos desde las primeras horas del viernes 10 de enero de 2014, aunque no fue fácil poder confirmar que efectivamente, un extranjero había provocado un hecho tan particular en Moby Dick.

Con el paso de las horas, MaldonadoNoticias confirmó que el afamado boliche estaba abarrotado de público como cada noche-madrugada del verano, cuando poco después de la hora 4.00 se generó un gran revuelo que hizo pensar a algunos asistentes que se había producido un incidente.

Sin embargo, no fueron pocos quienes empezaron a ver caer desde la terraza del boliche, decenas y decenas de papeles que resultaron ser billetes y más billetes de US$ 100. “Papeles” similares, que no eran otra cosa que dólares, habían sido quemados antes por el francés.

Unos y otros empezaron a juntar lo que pudieron. De quinientos a mil dólares lograron recoger muchos asistentes, que prefirieron mantenerse en el anonimato. Un joven cocinero de Moby Dick, dio la cara y reconoció ante varios medios, que había logrado hacerse de unos US$ 4.000.

El francés que habría llegado solo al boliche, dispuesto a celebrar su cumpleaños, pidió champagne para tomar en la terraza y al rato comenzó a tirar los dólares. Estiman que se deshizo de unos US$ 30.000; antes lo vieron con un encendedor quemando varios billetes que dejó llevar por el viento.

¿Quién era?. Nadie lo supo al menos en aquel momento. Hubo quienes señalaron que esa madrugada dijo que retornaba de una noche de suerte en un casino de Punta del Este, donde ganó US$ 50.000. Nadie supo ni donde se alojaba. Tiempo después se confirmó que se trataba de A.C.A.B.

Mucha tela

Las líneas de investigación que se siguieron en Uruguay, Estados Unidos y otros países, apuntaron a dar con este francés, y se abrieron en varias direcciones: sus allegados europeos, funcionarios aduaneros paraguayos y personajes del jet-set de ese país, y comerciantes uruguayos.

A esa altura, habían sido remitidos a la cárcel por estafas con tarjetas de débito Maestro, el francés N.G., (amigo de A.C.A.B.); J.R.V.B., funcionario de la Delegación de la Aduana de Paraguay en Montevideo; el holandés O.S. que se había radicado en Pan de Azúcar, y un empresario importador uruguayo.

e-max.it: your social media marketing partner