En la Junta Departamental, expuso la preocupación por esta situación y por el peligro que representa el estado actual del murallón de contención, además de la necesidad de recuperar la faja costera y otras estructuras entre Playa Grande y Punta Fría.

 

No es la primera vez que en los últimos tiempos hay denuncias en la Junta Departamental de Maldonado, por el alto grado de deterioro de edificios y diferente infraestructura en el balneario de Piriápolis: el Argentino Hotel, la Colonia de Vacaciones, y ahora la propia rambla.

En la última sesión del Legislativo, el edil colorado Ignacio Garateguy expuso al respecto y compartió una serie de fotografías que son elocuentes en cuanto al estado en que se encuentran distintos tramos de la rambla de los Argentinos, así como una amplia zona de la faja costera.

“El colapso ocurrido hace unos años, pasando el puerto, podría repetirse en otros sectores más céntricos, donde el mar ha lavado los cimientos. Ya no es un problema de muralla sobre el mar, como en el caso anterior, sino que la falta de arena en la playa descubrió las fundaciones”, advirtió.

Dijo que lo ocurrido tiempo atrás en las rambla de Pocitos y Carrasco, “es un preaviso de lo que puede ocurrir en Piriápolis más temprano que tarde. Son realidades mundiales”. Cabe recordar que, a lo largo de los años la rambla de Piriápolis ya ha sufrido el impacto de grandes temporales.

“Si bien es evidente que el mantenimiento de todo esto supone una inversión muy importante, el tema es que reparar una vez ocurrido el derrumbe, como ha sucedido, por ejemplo, en Pocitos o en Carrasco, es muchísimo más oneroso que preverlo”, consideró Ignacio Garateguy.

Mientras compartía una serie de fotografías, agregó que en una recorrida de Oeste a Este, “el primer punto que está abandonado hace más de medio siglo, con cero mantenimiento, es el espigón pesquero de Playa Grande, frente a Vértigo, uno de los mejores puntos de la vista de toda la bahía del balneario”.

Consideró que es una lástima que eso ocurra porque en otras partes del mundo un sitio así sería explotado turísticamente, “pero acá está partido al medio, sin acceso a su extremo desde hace más de 50 años”. Pero también se refirió a otros puntos de la costa en dirección a Piriápolis.

Dijo que al espigón que separa la playa de la plaza Armenia, “hace 5 años se le desprendió la escalera de piedra en una tormenta. Desde ese momento hay que tener muy buen estado físico para poder realizar las contorsiones necesarias para poder pasar de una playa a otra”.

“Luego viene la sucesión de espigones, los cuales tampoco han tenido ningún tipo de mantenimiento. Tienen peligrosos hierros a la vista, incluso dentro del agua, cuyas escaleras, por supuesto, son un constante desafío para las personas que quieran pasarlas”, agregó.

Finalmente, aseguró que el estado de todo el muro de contención (murallón) debajo de la famosa balaustrada de la rambla no necesita de otras consideraciones porque solo alcanza con observar las fotografías aportadas. También reclamó por los pasamanos de hormigón en el muelle Stella Maris, en Punta Fría.

“Son una peligrosa trampa. Milagrosamente hasta el momento no han provocado ningún accidente importante, concluyó. Garateguy, pidió que su denuncia fuera elevada al intendente departamental, al Ministerio de Transporte y Obras Públicas, al Municipio de Piriápolis, y a los diputados del departamento.

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