El caso ocurrió el 26 de agosto, pero tuvo ciertas complejidades por lo que recién días atrás pudo ser aclarado. El imputado hace menos de 5 años había sido procesado con prisión (por el anterior CPP), por homicidio agravado y otros dos delitos.

 

El viernes 26 de agosto, la Policía recibió un llamado a través del teléfono de emergencias 911, del propietario de un predio ubicado en un paraje cercano a la ciudad de San Carlos, dando cuenta que había encontrado un borrego atado y aún con vida, que claramente habían querido faenar.

El productor agregó a los investigadores que asumieron el caso, que había visto un automóvil estacionado frente a su campo, el que posteriormente fue ubicado. Era ocupado por una mujer y un adolescente, quienes se retiraron hacia San Carlos ya que no había motivo alguno para su detención.

Posteriormente, los efectivos iniciaron una recorrida por el campo, localizando a Marcelo González Acosta, de 25 años, a otro hombre y a un adolescente, quienes según el parte policial, expresaron que “andaban en busca de un consumo” por lo que fueron detenidos y trasladados.

Enterada la Fiscalía de 1er. turno de San Carlos, dispuso una serie de indagatorias, la entrega del adolescente a un mayor responsable, y la citación de González Acosta, el otro hombre y la mujer del automóvil, aunque estos dos últimos luego de ser interrogados quedaron en libertad.

Cumplida la audiencia en el juzgado penal de 2° turno, fue dispuesta la condena de Orlando Marcelo González Acosta (poseedor de varios antecedentes penales, incluido uno por homicidio), como autor de un delito de abigeato en grado de tentativa; la pena impuesta es de 3 meses de prisión.

Hizo mucho y pagó con poco

Este sujeto había sido procesado con prisión en 2017 por la presunta autoría de un homicidio agravado por el uso de arma, un delito de tenencia no autorizada de armas, y un delito de suministro continuado de estupefacientes a título oneroso, agravado por la participación de un inimputable (menor).

Fue el 28 de octubre de aquel año -poco antes que entrara en vigencia el nuevo CPP-, tras un contundente trabajo de investigadores de Zona 2, que se pudo esclarecer en poco más de 24 horas el asesinato de un joven de 26 años ocurrido en el barrio Rodríguez Barrios de San Carlos.

Orlando Marcelo González Acosta, que ya contaba con un antecedente penal por abigeato, ultimó la madrugada del día anterior a Eduardo Daniel Melo Alvez, de 26 años, con quien habría tenido profundas desavenencias cuando éste último llegó a la boca de venta de drogas que regenteaba.

Melo Alvez había sido ultimado de 7 balazos, y su cuerpo fue encontrado al amanecer del día siguiente en continuación calle Ventura González, en los límites del barrio Rodríguez Barrios de San Carlos, cerca del terraplén de la antigua vía del ferrocarril.

González Acosta vendía drogas en una casa deshabitada, pero que frecuentaba cada noche para realizar las entregas. La propiedad contaba con circuito cerrado de cámaras de seguridad para controlar todos los ingresos, y rejas en el perímetro. Junto al homicida había un menor de 14 años.

Aunque en principio se sospechó que éste último pudo haber tenido algún tipo de participación en el hecho de sangre, se pudo probar que solamente fue testigo de lo ocurrido, aunque habría ido hasta el lugar donde cayó herido Melo Alvez para comprobar que efectivamente había muerto.

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