La cocaína incautada: solo parte de la que ingresó a lo largo del tiempo esta organización a MaldonadoUn fulminante operativo denominado “Silencio”, llevado adelante por la Brigada Departamental Antidrogas de Maldonado, terminó con el procesamiento de 11 personas y el desbaratamiento de 10 bocas de venta en distintos barrios fernandinos. Todo comenzó con la detención de una mula el 7 de mayo pasado.

Tras una larga instancia judicial, 11 personas que habían sido detenidos durante innumerables allanamientos llevados a cabo durante jueves y viernes en distintos barrios de Maldonado, terminaron procesadas por delitos de asistencia al narcotráfico y negociación.

El largo trabajo de la Brigada Departamental Antidrogas, tuvo su primer resultado en la primera semana de mayo cuando en la zona de La Capuera, fue detenida una mujer de 33 años que llevaba entre sus prendas 175 gramos de cocaína para abastecer bocas de la ciudad de Maldonado.

La detenida fue Patricia Doreen Píriz Gutiérrez, de 33 años de edad, quien terminó procesada con prisión por un delito de transporte de sustancias estupefacientes, contemplado en los artículos 31 y 60 de la Ley N° 14.294. Esa vez, a ella le “había tocado” ir a Montevideo a buscar la droga.

Los investigadores de la Brigada Departamental Antidrogas, le estaban respirando en la nuca a una importante red que enviaba sus mulas a la capital a comprar la cocaína. Antes de distribuirla en innumerables bocas, la estiraba con bicarbonato de sodio y otros productos, para “hacerla rendir”.

Después era distribuida al pormenor en distintas bocas de venta, 10 de las cuales fueron desbaratadas entre jueves y viernes en la “Operación Silencio”, que fue el puntillazo final de lo que intentó hacer el personal policial cuando detuvo a Patricia Píriz, quien fue procesada el 8 de mayo.

Fuerte impacto

Durante los procedimientos realizados en los últimos dos días, se incautaron 175 gramos de cocaína, US$ 3.000, $ 62.000, balanzas, teléfonos y otros efectos que resultaron claves como elementos probatorios de las actividades de quienes finalmente resultaron procesados.Los US$ 3.000 y $ 62.000 incautados, muestran el poder económico de los narcotraficantes procesados.

La justicia remitió a la cárcel a María Laura Aquistapace Porras, de 34 años de edad, imputada por un delito de negociación de sustancias estupefacientes, previsto en el Artículo 31 de la Ley N° 14.294; también fue a la cárcel su hermano Sergio Eduardo, de 44 años de edad, por asistencia al narcotráfico.

Por el delito se suministro de sustancias estupefacientes, fueron procesadas con prisión, otras dos personas que no poseían antecedentes penales. Se trata del joven identificado como T.R.A.O., de 22 años y la mujer de iniciales C.Y.F., de 34 años de edad.

Otras siete personas, la mayoría con antecedentes penales, fueron imputadas por el delito de asistencia al narcotráfico, previsto en el Artículo 57 de la Ley N° 14.294. Se trata de Pablo Alejandro Dávila Olivera, de 31 años de edad, y Sebastián Perdomo Bringa, de 28 años de edad.

Por igual delito que los anteriores, fueron a la cárcel F.R.G., de 38 años de edad; Richard Alan Da Rosa Reyes, de 37 años, y Maximiliano Daniel Santoro Medina, de 33 años. Sin prisión, pero por el mismo delito y con arresto domiciliario total por 90 días, fueron procesadas otras dos personas.

Una de ellas, es la madre de los hermanos antes mencionados que marcharon a la cárcel de Las Rosa, identificada como L.O.P., de 71 años de edad, y K.R.P., de 23 años.

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