Entre la denuncia radicada ante la Policía y el desbaratamiento de la misma, solo pasaron cuatro días. Hubo varios detenidos pero solo quien estaba al frente de la boca, en una casa de calle Defensa, fue ante la Justicia.

 

El sábado 16 de diciembre sobre la hora 20.00, en la Brigada Departamental Antidrogas (BDA) se recibió una denuncia dando cuenta que en una vivienda de calle Defensa casi Gregorio Sanabria, en Piriápolis, se estaban comercializando sustancias estupefacientes.

Tras ello, se estableció una discreta vigilancia a efectos de obtener pruebas, lo que se logró muy rápidamente. Munidos de la orden de allanamiento, efectivos de la repartición inspeccionaron la vivienda así como otras aledañas donde un individuo intentó entorpecer la labor policial.

El sujeto, identificado como J.C.B.G., de 44 años y poseedor de antecedentes penales, fue inmediatamente detenido y derivado a dependencias policiales junto con otras personas, en tanto se procedió a una revisación minuciosa de la propiedad en la que estaba al frente el primero de los nombrados.

La Policía informó que se incautó sustancia blanca (no se especificó ni tipo ni cantidad de la droga), así como una balanza de precisión, un arma de fuego con munición y cargador, teléfonos celulares y otros efectos. Enterada la Fiscalía de 2°, dispuso que el sujeto fuera conducido para ser indagado.

Posteriormente compareció en el Juzgado Penal de 11° turno donde fue condenado como autor de un delito de suministro de sustancias estupefacientes prohibidas y un delito de tráfico interno de arma de fuego, en régimen de reiteración real, siendo penado con 2 años y 10 meses de prisión.

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