El subsecretario de Economía, Pablo Ferreri, dijo que las medidas de estímulo del gobierno facilitaron la presentación de 60 solicitudes de proyectos de gran dimensión por unos US$ 1.900 millones. La mitad corresponde a Maldonado y el resto a los departamentos de Canelones y Montevideo.

La inversión y el crecimiento “son imprescindibles” en el proceso de desarrollo económico y requieren de “un enfoque integral y multidimensional”, por lo cual, ante un escenario de enlentecimiento en las inversiones, el gobierno diseñó una serie de herramientas de incentivos dirigidos a generar un clima de inversión propicio.

Lo dijo el subsecretario de Economía, Pablo Ferreri, durante su disertación en el foro “Somos Uruguay”, donde estuvo acompañado por el director de Macroeconomía, Christian Daude, y la asesora del Ministerio de Economía y Finanzas, Ana Inés Morató.

Se refirió a las modificaciones aplicadas al régimen de promoción de la radicación de capitales vigente a través de la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones (Comap), que desde este año incluyen una modificación en el indicador de empleo para las empresas que generen puestos de trabajo y aquellas que incluyan a mujeres, jóvenes, y personas con discapacidad, señaló el subsecretario de Economía y Finanzas.

Además, la nueva normativa otorga hasta 32% más de beneficio del impuesto a la renta de las actividades económicas (IRAE) para proyectos presentados y ejecutados entre marzo pasado y febrero 2019. A su vez, se extendió hasta diciembre el plazo para presentar proyectos de construcción de gran dimensión económica.

En ese esquema, Pablo Ferreri informó que se presentaron ante la Comap 60 proyectos por una inversión potencial de US$ 1.900 millones, la mitad en el departamento de Maldonado, y el resto por ser ejecutados en Canelones y Montevideo.

Recordó que Uruguay transita “el círculo virtuoso de crecimiento con equidad más prolongado de su historia contemporánea”, con una tasa promedio 4 veces mayor a la registrada en la segunda mitad del siglo XX, a la vez que mejoran los indicadores respecto de desigualdad, concentración del ingreso y desarrollo humano.

En ese contexto, el subsecretario del MEF, resaltó la disminución de la pobreza, que pasó de afectar a 32,5% de los uruguayos en 2006 a 7,9% en 2017, y el crecimiento del consumo interno y las exportaciones, con un incremento de 12% en el primer acumulado de 2018.

“Es absolutamente fundamental crecer, pero también lo es repartir de manera justa y equitativa los frutos de ese crecimiento”, destacó. “Solamente a través de la inversión productiva podemos apuntalar procesos sostenibles y sustentables de crecimiento económico”, agregó.

Como activo para la captación de nuevas inversiones, destacó las fortalezas sociales e institucionales de Uruguay en relación al resto de los países de América Latina, y el grado inversor otorgado por las cinco principales agencias calificadoras financieras del mundo.

No obstante, Ferreri advirtió de algunos desafíos en materia de infraestructura vial para lo cual, anunció, se invertirán US$ 400 millones entre 2017 y 2018, cifra similar a la destinada para la construcción de nuevos centros educativos a través de la modalidad de participación público-privada.

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