Mauro Alvigini, a partir de un video que ha recorrido el mundo, se transformó en el guardavidas más famoso de Maldonado, aunque en realidad, representa a decenas de hombres y mujeres que cada día silenciosamente preservan la vida de todos quienes concurren a la inmensa cadena de playas de este lugar.

 

Este jueves, el intendente de Maldonado acompañado por otros altos jerarcas de la administración, fue hasta José Ignacio, bajó a la playa y se dirigió directamente al puesto de guardavidas donde se desempeña Mauro Alvigini, protagonista de un heroico rescate el viernes 17 de enero.

Merced a su decidida y profesional acción, trasladándose por medios propios hasta Santa Mónica, seis días atrás logró rescatar a un hombre de 45 años y a su hijo de 16 que permanecieron casi una hora en el agua sin posibilidades de salir a la costa por sus propios medios.

Enrique Antía, junto a los directores generales de Deportes, Recursos Humanos, e Higiene y Medio Ambiente, y coordinadores de la Agrupación de Guardavidas, llegaron al puesto de Mauro para tributarle un sencillo pero merecido y emotivo reconocimiento por su acción.

El jefe comunal resaltó la labor de este guardavidas que, al igual que el resto de los integrantes de la brigada, arriesga su vida a diario en procura de brindar la máxima seguridad en el mar, yendo en muchos casos mucho más lejos que el compromiso laboral propiamente dicho requiere.

Final feliz

El propio bañista, de 45 años, admitió en las redes sociales que, “el 17 de enero volvimos a nacer con Fran (su hijo). El océano a la altura de la laguna de José Ignacio estaba alucinante. Había olas inmensas. Estábamos haciendo SUP en la laguna (surf de remo o remo de pie), pero con Fran decidimos ir a ver el océano”.

Narró más adelante que “nos metimos frente al parador en la desembocadura de la laguna. Estábamos en la orilla pero en nada de tiempo estábamos en la rompiente intentando zafar de las olas. En cada ola intentaba agarrarme fuerte de Fran, pero se me soltaba”.

Ni el hombre ni su hijo, de 16 años, lograron retornar optando por dejarse llevar hacia el Oeste en procura de mejores condiciones para salir, pero terminaron unos 45 minutos dentro del agua, tiempo durante el cual Francisco sufrió varios calambres aunque su padre logró mantenerlo a flote.

“Zafamos, esta vez zafamos. Gracias a Mauro el guardavidas y a Juan, Nicolás e Inés quienes nos vieron, pararon, se dieron cuenta y fueron por ayuda. A ellos no pude agradecerles todo lo que debí agradecer. Les debemos la vida. Salimos, y estamos bien”, narró el hombre rescatado.

Los guardavidas de Maldonado hacen hincapié en no tomar baños o practicar deportes en zonas donde no hay cobertura del servicio. En este caso, el guardavidas que estaba de retén y concretó el rescate debió abandonar su zona asignada y movilizarse unos 3 kilómetros.

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