Un vehículo fue escoltado desde el Control Bromatológico ubicado en Ruta Interbalnearia, junto al Peaje Solís, por inspectores de la dirección de Higiene de la Intendencia de Maldonado al constatarse que transportaba alimentos fuera de la temperatura requerida.

De acuerdo a lo informado por la Intendencia de Maldonado, el camión transportaba 2.170 kilos de distinta mercadería que fue incautada y posteriormente destruida. Entre la carga había en “conservación refrigerada”, cerdo y chacinados entre 0.7°C y 3.6°C que estaban dentro de los parámetros adecuados.

Lo que no se ve

Desde Higiene de la administración se explicó que movilidad es una de las fases más importantes en la cadena de suministro de la industria alimentaria, y que los alimentos se exponen a diversos factores ambientales, como la temperatura, la humedad y la luz que pueden afectar su calidad y seguridad.

Para evitar la afectación hay que garantizar el transporte a la temperatura adecuada y que se mantengan en condiciones seguras durante todo el proceso, por lo cual es esencial que no se produzcan valores que modifiquen la composición microbiológica, física y química, afectando sabor, textura y valor nutricional.

La proliferación de microorganismos puede provocar intoxicaciones alimentarias y otras enfermedades relacionadas con la ingesta de alimentos. La cadena de frío se utiliza para mantener la temperatura adecuada de los alimentos durante su transporte, almacenamiento y distribución, por lo cual no debe cortarse esa cadena.

Para ello, los vehículos de transporte deben estar equipados con sistemas de refrigeración y control de temperatura que permitan mantener las condiciones para cada tipo de alimento. El sistema debe estar en buen estado para mantener la temperatura deseada durante todo el transporte.

Por otra parte es importante monitorear constantemente la temperatura para asegurarse de que se mantenga en el rango adecuado, mediante termómetros y registradores de temperatura a lo largo del recorrido del producto. A esto debe sumarse recipientes adecuados y protegidos para evitar la contaminación.

Los alimentos no deben entrar en contacto con superficies sucias o contaminadas. A su vez, el personal debe estar capacitado para buenas prácticas de transporte a temperatura regulada, así como sobre los riesgos derivados de la no observancia de las temperaturas adecuadas.