Ninguno de los grandes libertadores de América se preocupó por los más humildes como lo hizo José Artigas, aseguró el Presidente José Mujica, ante unos 400 jóvenes participantes en el Primer Campamento Artiguista, celebrado en la localidad de Gregorio Aznárez.
El Presidente Mujica, subrayó la importancia de “volver a los orígenes”, al hablar con centenares de jóvenes en una rueda espontánea en el parque que lleva el nombre del prócer, en la localidad de Gregorio Aznárez, tras participar del Seminario “Tierra y producción a 200 años del Reglamento Agrario Artiguista”.
Dijo a quienes lo rodeaban que trabajar por la distribución de la riqueza, para tener un mundo mejor y que las nuevas generaciones tengan cada vez más y mejores capacidades, no es una tarea sencilla porque la sociedad tiene contradicciones. “Tomar decisiones importantes que construyen el porvenir es como entrar a un campo de malezas”, indicó.
Recordó que durante el gobierno anterior de Tabaré Vázquez (2005-2010), en su rol de Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, dio la orden de mantener en manos del Estado los campos (de Gregorio Aznárez) que se querían vender a un precio “ridículo”.
Grande Artigas
“Ninguno de los grandes libertadores de América se preocupó por los más humildes como lo hizo Artigas, y eso le generó enemistades en su época#, afirmó. En esa línea sostuvo que el fracaso del Reglamento de Tierras significó un problema “formidable para el país” que nacía.
“Si ese reglamento se hubiese concretado a fondo, como pretendía Artigas, hoy Uruguay sería un país de clase media rural, más parecido a lo que es Nueva Zelanda, con productores medianos comprometidos con la tierra y viviendo de ella”, apuntó.
“En cambio, la tenencia de la tierra en pocas manos terminó desterrando la conciencia de lo que somos: un país que históricamente se formó transformando el paso y que produjo esta sociedad tremendamente urbana, divorciada del mundo agropecuario”, sostuvo.
“A los peones de tanto tratarlos mal, los corrimos. Es no es obra de malos extranjeras, es obra de peores americanos”, dijo, parafraseando a Artigas el Presidente de la República, rodeado por centenares de jóvenes que acamparon en la pequeña localidad.
Subrayó que “este no es un país de campesinos. Los hombres de campo son diferentes, ni mejores ni peores, y los tenemos que cuidar. El hombre de campo es un tesoro, porque seguiremos siendo un país agroexportador y no creamos que eso es no-industrializarse”.
Reafirmó que en Uruguay, la transformación agraria debe darse manteniendo a la gente en el campo y por eso la lucha del Instituto de Colonización para entregar tierras a quien la quiera trabajar, y pague un arrendamiento accesible y pueda producir.
Destacó por último, la importancia de la creación de la UTU agropecuaria. “El problema de la enseñanza no se resuelve solo con plata, hay que invertir en la cabeza de la gente y más vale que no les falte nada a los jóvenes para prepararse”, enfatizó.