Hasta el momento no se detectaron casos de dengue, chikungunya ni de zika en Uruguay, pero si ocurriera, la estrategia de combate seguirá siendo la ya implementada en el país y en el resto de América, que apunta a reducir la población del mosquito Aedes aegypti, el vector de estos tres virus.
La directora de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Raquel Rosa, explicó que en el primer trimestre de cada año aparecen casos sospechosos de enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti, fruto de las migraciones propias de la temporada estival.
Actualmente se estudian entre 10 y 12 casos de personas que retornaron al país, quienes mostraron síntomas de dengue. Por otra parte, Rosa aseguró que no se verificaron hasta el momento casos autóctonos de dengue, y tampoco de chikungunya o de zika.
Los síntomas de las tres enfermedades son parecidos a los de una gripe: fiebre, malestar general, cansancio, urticaria, enrojecimiento de la membrana conjuntiva en los ojos. Pero el síntoma más característico es el dolor articular. De los tres virus, el que muestra la sintomatología más leve es el zika.
Cuando hay una sospecha de contagio, los pacientes son trasladados a un lugar alejado de mosquitos y se efectúa un control de foco en el hogar del paciente, junto a la eliminación de criaderos de mosquitos. Ninguna de las tres enfermedades se transmite de persona a persona.
Los criaderos son todos aquellos espacios de paredes rígidas capaces de colectar agua. Esos lugares son propicios para la cría de las larvas de mosquitos, vector transmisor de las enfermedades. El Aedes aegypti es un insecto domiciliario, por lo tanto hay que controlar los criaderos en el hogar.
Rosa reiteró que la recomendación del Ministerio de Salud Pública a las madres embarazadas es reconsiderar cualquier viaje a zona con incidencia de esos males. “No es una prohibición, pero sí es una recomendación para que tomen una decisión informada”, apuntó.
“Hay que tener cada vez más conciencia de que todo lo que nosotros podemos hacer dentro de nuestra propia vivienda para evitar la proliferación del mosquito, en un momento tan particular, como es el verano, ayuda” a combatir al vector, remarcó la jerarca.