Este jueves 31 de marzo, por primera vez desde su apertura, el hotel Mantra de La Barra cerrará sus puertas por 7 meses, de acuerdo a lo resuelto semanas atrás por su dueño, el italiano Gian Angelo Perrucci. Los trabajadores no tienen otra alternativa que aguardar, esperanzados, que el 1° de noviembre el complejo nuevamente esté a pleno.

Ya sin pasajeros ni reservas, y con depósitos vacíos, decenas de trabajadores del hotel Mantra de La Barra se aprestan a cumplir su última jornada laboral este jueves 31 de marzo, antes de ingresar al Seguro de Paro que, negocian se extienda hasta el 31 de octubre.

El dirigente del Sindicato Único Gastronómico y Hotelero del Uruguay (SUGHU), Oscar Andino, entrevistado en el periodístico Frecuencia Abierta de Aspen FM de Punta del Este, dijo que estaban negociando seguros de paro rotativos para evitar despidos, cuando se decidió el cierre.

El complejo hotelero de La Barra cerrará sus puertas el último día de marzo, pero con la promesa del dueño, el italiano Gian Angelo Perrucci, de reabrir a partir del 1° de noviembre con un nuevo plan de negocios, que haga viable el funcionamiento, hasta hoy deficitario.

Andino, lamentó que los trabajadores no tienen otra alternativa que esperar la reapertura, porque está la garantía ante la Dinatra, pero que en caso de incumplimiento de la empresa, la firma tiene un patrimonio muchas veces superior a lo que se le adeudaría en ese caso a los trabajadores.

Adelantó además que para la reapertura, la empresa llevaría otro nombre y dejaría de llamarse Vidaplan S.A.. Esta última, quedará con la explotación del Complejo Nogaró y es propiedad del argentino Jorge Alberto Goitía, conocido como "el zar del juego" en la provincia de Corrientes.

Otras visiones

A todo esto, un funcionario de Mantra que se comunicó con el mismo periodístico la mañana de este miércoles, aseguró que la situación que se ha planteado genera una gran incertidumbre, y que a partir de ahora y hasta la prometida reapertura vivirán “una tortura psicológica”.

Aseguró que “nos han vendido un obelisco”, en referencia a las sucesivas autoridades que estuvieron al frente del complejo desde abril del año pasado, que habían prometido alianzas con expertos hoteleros de primer nivel mundial para poner a Mantra en un sitial de privilegio.

Insistió en que la situación deficitaria es responsabilidad absoluta de quienes han estado en la cumbre de la pirámide, y no de los trabajadores, quienes lamentablemente veían venir esta crisis por distintas situaciones que se estaban dando desde hace largo tiempo.

El trabajador, fue concluyente al afirmar que mientras durante el pasado verano Punta del Este estaba “repleto”, los restoranes de Mantra no funcionaban bien, y además siempre hubo muchas camas disponibles. Eso daba la pauta del inminente cierre.

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