El “zar del juego” en Corrientes, Argentina, se aleja de la sociedad que en forma mixta con el Estado uruguayo, explota el Casino Nogaró de la avenida Gorlero de Punta del Este. Los socios uruguayos se mantienen en tanto se negocia el paquete accionario de Jorge Alberto Goitía.
Aunque en algunos ámbitos ha generado cierta preocupación la noticia de que Jorge Alberto Goitía, el “zar del juego” en Corrientes, se aleja de la sociedad que explota en forma mixta con el Estado el Casino Nogaró, no habría posibilidades de que el negocio naufrague.
Los 46 empleados de la sociedad en Punta del Este, percibieron normalmente el medio aguinaldo del primer semestre de 2016, y acaban de cobrar los salarios del mes de junio. Goitía se aleja pero los inversores uruguayos que integran la S.A. se mantienen y buscan otro aliado.
En este momento, según pudo saber MaldonadoNoticias, se está por cerrar la colocación de las acciones de Goitía a otro empresario del juego argentino, aunque hasta el momento no se conoce su nombre. El correntino, habría decidido alejarse de sus negocios en Uruguay y también en Paraguay.
Jorge Alberto Goitía paulatinamente quiere ir cerrando sus inversiones fuera de Argentina, incluyendo no solo Nogaró en Punta del Este, sino otra fuerte inversión en Paysandú y Tacuarembó, incluyendo incluso un hotel cinco estrellas. Se estimaba que invertiría unos US$ 15 millones.
Según las fuentes consultadas por MaldonadoNoticias, no existe ningún tipo de riesgo con el negocio de Nogaró, ya que los socios uruguayos se mantienen firmes y solamente están negociando quien sería el nuevo accionista mayoritario que ingresaría en lugar de Goitía.
El desembarco del grupo inversor correntino liderado por Goitía, Casinos del Litoral, se concretó tras varios meses de negociaciones en abril de 2015, cuando adquirió el paquete accionario de Vidaplan, propietaria del Hotel Mantra de La Barra, aunque mantuvo el mismo nombre para operar en Nogaró.
Goitía se asoció con tres empresarios uruguayos para comprar la totalidad del paquete accionario de Vidaplan Sociedad Anónima, que era propiedad de la petrolera estatal de Angola, que ya mantenía un acuerdo con la Dirección Nacional de Casinos para la explotación mixta de las salas de juego Nogaró y Mantra.