Florencia y Nancy, dos madres que solo piden justicia por la muerte de sus jóvenes hijas.A pesar de la lluvia y el viento, decenas de personas se lanzaron a la calle este lunes, para acompañar a las familias de Camila Weissel (21), ultimada a balazos el 25 de julio del año pasado, y de Sofía Hernández (18) fallecida en un trágico siniestro de tránsito el 28 de abril del mismo año.

Las madres de Camila, Florencia Amarilla Fernández, y de Sofía, Nancy Gutiérrez, con el dolor de haber perdido a sus hijas dibujado en sus rostros, estuvieron al frente de la conmovedora concentración que se realizó en la plaza San Fernando, frente a la Jefatura de Policía.

Ambas piden tan solo justicia por las muertes de sus hijas que aún no tienen explicación, ni responsables en prisión. Camila murió acribillada a balazos en el barrio Biarritz, aparentemente por problemas que tenía su novio, a quien habría sido dirigido el brutal ataque.

Sofía, perdió la vida al estrellar a alta velocidad el automóvil que conducía contra un árbol en la avenida Del Cabildo de Maldonado, cuando, según su familia, estaba siendo acosada por su pareja, un docente de vela con el que estaba relacionada desde la adolescencia.

El tiempo pasa

Exactamente un año atrás se producía la inesperada muerte de Camila Weissel Amarilla, cuando viajaba junto a su novio y un primo en una camioneta VW Sabeiro. Por ese caso fue imputado un adolescente de 16 años, quien fue acusado de haber vaciado el cargador de una pistola 9m.m. contra el vehículo.

El vehículo fue impactado por 21 disparos efectuados a corta distancia desde una moto; se presume además, que la pistola utilizada tiene que haber sido recargada. El menor, en ningún momento admitió la autoría de la balacera que terminó con la vida de Camila Weissel.

En el mes de mayo de este año, el adolescente fue absuelto y recobró plenamente su libertad. A partir de allí no se sabe en que están las investigaciones; la familia de Camila reclama insistentemente conocer la verdad de lo ocurrido, y que el asesino sea hallado.

Sofía

Meses antes, sobre la hora 23.00 del martes 28 de abril del año pasado, Sofía Hernández Gutiérrez, estrellaba su automóvil Peugeot 308 contra un árbol en la avenida Del Cabildo, a solo 100 metros de la avenida Roosevelt, frente a la terminal de ómnibus de la ciudad de Maldonado.

Lo que en principio pareció ser un siniestro de tránsito protagonizado por la propia víctima, dio un giro inesperado cuando investigaciones privadas iniciadas por su madre y su padrastro, desembocaron en un profesor de vela con el que la joven mantenía una relación desde los 15 años.

El caso comenzó a avanzar a nivel judicial por dos vías: en la penal y en la civil, a iniciativa de su familia, que sostiene que el docente con quien mantenía una enfermiza relación sentimental, la estaba acosando momentos antes de producirse el choque contra un árbol.

Mientras en la órbita penal se procura probar que ese hombre tuvo responsabilidad en la muerte de Sofía, en la civil la familia entiende que el Yacht Club Punta del Este fue omiso, al no percatarse de la relación que sostenía un docente mayor de edad, con una alumna que era menor.

La última novedad es que hace muy poco fue encontrado el teléfono celular de Sofía que había desaparecido. El aparato apareció escondido entre algunos plásticos del automóvil, cuando comenzó a ser desguazado, y fue inmediatamente peritado y entregado a la Justicia.

La familia de Sofía, sostiene que el acusado y la chica, mantenían una relación amorosa (que desconocían) cuando era alumna de vela del Yacht Club Punta del Este y aún era menor de edad. Afirman que esa relación se tornó enfermiza y que Sofía pretendía cortar el vínculo.

Dicen además, tener elementos probatorios de que la noche del accidente, este hombre la estuvo acosando y que incluso estaría hablando con ella por teléfono al producirse el impacto contra el árbol. Esas pruebas fueron presentadas ante la Justicia Penal.

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