El Intendente de Maldonado, quien viajó este fin de semana a Israel, donde sostendrá una serie de contactos con distintas autoridades, incluido el primer Ministro Benjamín Netanyahu, tiene previsto visitar una planta desalinizadora de agua de mar.

El Intendente de Maldonado, que ya se encuentra en Israel para desarrollar una vasta agenda que incluye entrevistas con altas autoridades de gobierno, el primer Ministro. y un encuentro con uruguayos, también tiene previsto visitar una planta desalinizadora de agua.

El jefe comunal de Maldonado, tiene particular interés en conocer el desarrollo de ésta tecnología, en un país que cuenta con la mayor planta desalinizadora de agua del mundo, inaugurada a fines del año 2013, y mediante la cual se obtiene agua de alta calidad y potabilidad.

Israel en punta

Como en otras tecnologías, Israel es un país avanzado en el aprovechamiento de agua salada para abastecer sus necesidades de agua potable; desde fines de octubre del año 2013, tiene en funcionamiento planta desalinizadora de Sorek que produce agua de alta calidad a bajo costo.

Se trata de la planta desalinizadora de agua de mar por ósmosis inversa (SWRO) más grande del mundo, con una capacidad para producir 624 000 m³/día de agua potable, de los cuales 540 000 m³/día se suministran actualmente al sistema de distribución de agua de Israel.

La planta, que demandó una inversión de US$ 400 millones, marcó un punto de referencia en materia de capacidad de desalinización y costo de agua, ya que permitió un ahorro sustancial para el mercado de agua local, a la vez que alivió el problema de la escasez en el país.

Está localizada al Sur de Tel Aviv, y utiliza una avanzada tecnología de desalinización por membrana vertical, que reduce los costos de inversión al disminuir la cantidad de recipientes a presión, colectores, equipos de control e instrumentación.

Cuenta con medidas adicionales, como tuberías de gran diámetro, así como el tratamiento de lodos y su eliminación en determinadas áreas autorizadas que han sido habilitadas para minimizar al máximo el impacto en el medio ambiente terrestre y marítimo. Cuenta con dos grandes tomas a casi 2 kilómetros de la costa.

Fue construida para el gobierno israelí por Israel Desalination Enterprises (IDE Technologies). En 2004, Israel dependía de reservas de acuíferos subterráneos y la lluvia, pero ahora cuenta con al menos media docena de plantas operando, que aportan más del 40% del suministro de agua del país.

En todo el mundo, unos 700 millones de personas no tienen acceso a una cantidad suficiente de agua dulce, y se estima que dentro 10 años esa cifra podría al menos  duplicarse, por lo que, extraer agua del mar podría ser la única forma viable de aumentar la oferta.