El departamento de Inspección Nacional del Trabajo Infantil y Adolescente del INAU, realizó 2.649 inspecciones en 2016, y recibió 24 denuncias en las áreas construcción, comercio, espectáculos públicos y entretenimientos, servicios, ventas callejeras, vertederos, ladrilleras y producción rural. En el interior se otorgaron 1.236 permisos de trabajo.

Los permisos de trabajo otorgados por el INAU a adolescentes en el interior del país son proporcionados básicamente en zonas rurales, para el desempeño en empresas agrícolas-ganaderas, tareas de mantenimiento, alimentación de animales, desempeño como ayudantes de cocina, limpieza de tambos o arreo de ganado.

En Montevideo, predominan solicitudes para actividades de comercio y servicios, principalmente para el sector gastronómico, supermercados, avícolas, peluquerías, estaciones de servicio, talleres mecánicos, cooperativas de ayuda mutua, para atención al público, mensajería, limpieza y ayudante en cocina.

Los adolescente deben haber cumplido 15 años, contar con carné de trabajo y carné de salud. El organismo indica que los niños no deben trabajar porque disminuye el rendimiento escolar, eleva los riesgos de padecer lesiones, enfermedades o accidentes, además de deteriorar el desarrollo.

Se enfatiza que el ámbito de trabajo implica exigencias físicas y mentales inadecuadas para los niños. Ante ello, el organismo recomienda que los menores desarrollen su personalidad a través del juego, la educación y la relación con sus amigos y familiares.

Las cifras oficiales de Uruguay sobre el tema -que datan del Censo de 2011-, indican que 91.000 niños y adolescentes, equivalente a 13,4% del total, realizan tareas laborales; 8,5% de ellos lo hacen en trabajos peligrosos, 21,1% en el área rural y 10,9% en la urbana.

La presidenta de INAU, señaló que esos datos serán actualizados y que en ese sentido, se trabaja con el Comité para la Erradicación del Trabajo Infantil. “Ya no se ven niños en situación de calle, entre otras situaciones en las que hay que seguir trabajando para erradicar”, añadió Marisa Lindner.