Hace unos días El País le hizo un reportaje a la directora de “La Sin Rival “fábrica de pastas de Montevideo, que funciona hace más de 50 años en el mercado. La empresaria, es hija de los fundadores, es segunda generación de empresa familiar, empezó a trabajar en dicho emprendimiento a los 13 años.
El ciclo de vida de las empresas familiares está en función directa de cómo toman la posta las segundas y terceras generaciones de la familia. El porcentaje de subsistencia de dichas organizaciones baja en términos alarmantes con el paso de una generación a otra; quedan en el camino entre el 30% y 50% de ellas.
La Sin Rival la conduce una profesional, una persona que aparte está empapada en el negocio desde chica, y consigue no solo sobrevivir, sino crecer en este increíble contexto negativo de hacer negocios en nuestro paisito.
Innovación, planificación, atención personalizada, calidad, buen trato a su personal, adaptación a las nuevas tendencias del mercado, son algunas de las herramientas y claves que le han dado el oxígeno necesario a esta organización para seguir su curso.
El entorno nada favorable que acompaña a nuestras empresas hace que los empresarios, los emprendedores, tengan que constantemente estar alerta para corregir los desvíos que se suceden en sus márgenes operativos, mantener el flujo de dinero para alimentar al sistema. Esto solo se puede realizar con constante innovación y búsqueda de oportunidades de mercado, adaptación a las tendencias.
Nuestras empresas deben estar en constante cambio, no podemos permitir que las presiones del entorno país a través de sus ridículos costos hagan que lentamente vaya hacia una entropía (muerte) de mi organización.
Les aclaro que en el concepto sistémico de empresa es una de las claves a tener en cuenta, mantener una entropía negativa, y para esto, la maquinaria del sistema debe funcionar y dejarnos cierta utilidad razonable para poder seguir el ciclo normal de trabajo.
Esta Sra. directora, es una luchadora, una persona que mira el crecimiento para afuera y no en el país. Tiene el proyecto de replicar su modelo en Brasil o Argentina.
El milagro de estar vivo en Uruguay ya es milagro, para que aumentar la probabilidad de que las cosas no vayan como lo planificado, hacer inversiones y no tener un retorno satisfactorio, afectar mi capital de trabajo o endeudarme; no prefiero ver fuera de frontera.
Fuerte el tema; está tan comprimido y acechado el empresario familiar uruguayo por todo el Estado acaparador, gordo e ineficiente, que hace que nos blindemos internamente y tratemos de generar riqueza, con los dientes apretados y luchando diariamente contra todo.
La informalidad, la no visión del gobierno de turno para un apoyo real y sin burocracias hacia el emprendedor / empresario. Todo este viento de frente que nos viene, hace que las empresas familiares que subsisten sean realmente merecedoras de un aplauso, y que no bajen los brazos. Termino este análisis volviendo a repetir algunas palabras mágicas que deben tener en cuenta: Innovación, planificación, coordinación, evolución, adaptación, servicio, personal fidelizado.
Una perlita (no me puedo contener, quería hablar solo de empresas, pero…) para terminar y dejarlos tranquilos, llegando al 4% de déficit fiscal, votando una rendición de cuentas que aumenta ese déficit, tratando de acomodar a todos los que piden más de la teta del Estado (básicamente todos los inamovibles públicos), sin contrapartida en mejorar la productividad, la eficiencia, la mejora en general.
Estoy a favor de la Educación universal laica y gratuita, es un pilar de nuestra Constitución; no estoy a favor de la enorme politización de los sindicatos respectivos y su constante actitud hacia el paro por cualquier motivo.
Mis congratulaciones a la directora de la Sin Rival; no baje los brazos, siga en su lucha, un ejemplo para el empresariado uruguayo.
*) Master en Administración de Empresas (New York University). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires