“La ideología es una representación de la relación imaginaria de los individuos con sus condiciones reales de existencia” Louis Althusser
Creo que la educación no está en crisis, es crisis.
Creo que la crisis es el motor real de los cambios.
Creo que el cambio es movimiento y que todo está en movimiento.
Creo que no creo en las recetas mágicas, porque desconocen el movimiento.
Creo que no hay que creer en alguien que trae esas recetas.
Creo que la educación es praxis, que los educadores transformamos y nos transformamos.
Creo que quieren mal usar la educación.
Creo que la educación no debe responder al mercado.
Creo que hay que temer a los que quieren igualarnos a las malas copias de la educación del norte, representaciones materiales del devenir dialéctico-negativo de la educación en adoctrinamiento.
Creo que lo que en un principio parece inofensivo, debería preocuparnos.
Creo que el potencial de la educación está en nosotros y nosotros debemos desarrollarlo.
Creo que debemos confiar más en nosotros y menos en los nuevos mesías.
Creo que lo que algunos quieren que sea reproducción, puede ser transformación.
Creo que todo lo que la educación debería dar, debería ser de todos. Pero que no alcanza con que sea de todos.
Creo que la educación transforma y habilita a transformar la cultura.
Creo que cuando todos pueden transformar la cultura empieza la revolución real y creo que esa es la educación real.
Creo que la historia del mundo sigue siendo la historia de la lucha de clases.
Creo que los que dicen que no es así, son los que más hacen para que así sea.
Creo que aunque no parezca, esos mismos se protegen entre ellos y creo que cuando se protegen es porque tienen miedo.
Creo que el miedo aparece cuando pierden el poder.
Creo que el poder está en las relaciones económicas y creo que la educación ha sido funcional a ellas.
Creo que en estos modelos capitalistas las personas no tienen lo que son, sino que son lo que tienen.
Creo que la revolución cultural puede llegar a mover esas estructuras.
Creo entonces en la educación, pero creo sólo en la educación que cuestiona la estabilidad y los privilegios.
Creo entonces que toda educación es política.
Creo que cada vez son más los esfuerzos por intentar esconder lo político de la educación.
Creo que deberíamos desconfiar de mensajes educativos emitidos por bancos internacionales porque creo que no podemos ser tan ilusos.
Creo que estamos rodeados pero también creo que podemos resistir.
Creo que con resistir no alcanza, que hay que responder.
Creo que para ser libres no alcanza con votar, es necesario ser parte.
Creo que la única emancipación posible es colectiva, es sentirse parte de un proyecto social colectivo.
Creo que debemos confiar más en nosotros, los educadores, pero creo que para volver a confiar hay que dejar de discutir las formas y ocuparse de una vez por todas de los sentidos.
Creo que a los educadores nos urge preguntarnos para qué educamos.
*) Licenciado en Educación Física (ISEF Udelar). Entrenador de fútbol (ISEF-Udelar). Actualmente cursando la Maestría en Didáctica de la Educación Superior (Centro Latinoamericano de Economía Humana).
Director coordinador de Educación Física, del Consejo de Educación Inicial y Primaria/Administración Nacional de Educación Pública. Maldonado-Uruguay.
(ANEP/CEIP). Integrante de la línea “Políticas Educativas y Formación Docente.
Educación Física y Prácticas Educativas”, adscripta al grupo de investigación sobre La Educación Física y su Enseñanza.