*) Psic. Manuel Froilán Zavala Ayala
La inmunidad física es la creación de defensas ante virus o bacterias por procesos propios e individuales. A veces, aparecen nuevos virus ante los que no hemos desarrollado inmunidad, como el coronavirus Covid-19. Del mismo modo, detectamos procesos psíquicos para funcionar saludablemente ante impactos disruptivos a los que llamamos inmunidad psíquica (Dr. Benyakar, M).
Cada psiquismo tiene su propia modalidad defensiva ante las adversidades. Existen situaciones en que el psiquismo no puede reconocer el peligro. La esencia de la inmunidad psíquica es desarrollar defensas enfrentando las situaciones y no huyendo o negándolas.
Las características de la inmunidad psíquica son: 1) reconocer el factor dañino, 2) reconocer individualmente reacciones propias y 3) tomar individualmente las medidas adecuadas para preservarse de ellas.
Ante los impactos inesperados, algunos reaccionan escapándose, negando la situación, entre otras. Al emerger estas reacciones las personas pueden sentirse extrañas, lo que se vuelve nocivo y persecutorio. De la misma manera que cada organismo reacciona de forma idiosincrática ante las afecciones, psíquicamente cada cual reaccionará en base a su propio estilo.
El coronavirus nos enfrenta a la falta de capacidad de desarrollar defensas físicas, y junto a ello no nos permite desarrollar defensas psíquicas, puesto que nos enfrenta a lo que el hombre no puede aceptar, la incertidumbre. Es sumamente amenazante que el individuo no pueda tener ningún tipo de proyección no sólo en su vida personal, sino con su entorno familiar, social y económico.
Sabemos interaccionar en forma positiva o negativa, pero desconocemos cómo es vivir aislados. El coronavirus puede coartar el desarrollo de inmunidad psíquica porque la amenaza es lo absolutamente incierta.
Debemos incentivar el desarrollo de la inmunidad psíquica transformando lo incierto en conocido, abordable, posible. Comenzando desde los marcos más íntimos para contactarnos con lo propio. Surge la incógnita de cuál es la respuesta.
Es muy simple, solo la creatividad, una acción mancomunada y solidaria y el apoyo mutuo entre las personas puede transformar lo no conocido en propio. (Dr.Benyakar, M)
Nos exigimos hacer algo y nos proponemos menos veces. Tal vez si fuera la propuesta un recurso colectivo podría ser más frecuente alcanzar metas juntos. El desafío es encontrar algo en conjunto. Lo colectivo ha sido siempre fuente de logros, no de éxitos. La serenidad y el equilibrio son -en tiempos de coronavirus- el mayor d ellos desafíos pero, seguramente, la fuente de mayores logros y satisfacciones. (Dra. Altavilla, Diana)
*) Doctorando en Psicología, especialidad Clínica (con Habilitación Profesional del MSP). Miembro Honorario en el Área de Negociación Antisecuestro (gerenciamiento de crisis) del Grupo Halcón de la Policía Argentina.
Especializaciones en Suicidología: Red Mundial de Suicidiólogos (Representante Nacional hasta el año 2.008); Red Iberoamericana de Suicidiólogos (Argentina).
Miembro de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM), desde el 10 de agosto de 2016.
Ex - Miembro de la Sociedad Mexicana de Tanatología.
Libros publicados: “Suicidio Infanto-Juvenil” - Cómo reconocer las Señales de Advertencia (Editorial Arandura. Año 2006); “El Suicidio - Un grito silente (Imprenta Tradinco. Año 2017). Disertante en múltiples eventos en varios países.
Secretario General de la Sección Suicidio y Autolesiones de la World Federation for Mental Heald (WFMH).