*) Fabián Manise

Si bien el duro invierno que nos azota hace que las actividades en la huerta y el jardín se ralenticen, no significa ello que no haya tareas para realizar. Aún tenemos posibilidades de sembrar hortalizas sobre todo si lo hacemos a resguardo del viento y de la lluvia o si se posee un invernadero. Acelga, lechuga, perejil, remolacha, achicoria, rúcula, zanahoria, escarola, arveja, puerro, albaca, tomate, berenjena, pimientos y habas, son las más adecuadas para la época.

Respecto a las habas, las podemos sembrar hasta finales del invierno para cosecharlas a mediados de primavera. Para obtener mayor cantidad de estas legumbres y que su germinación acontezca antes de lo previsto, los entendidos aconsejan ponerlas a remojo unas horas antes de sembrarlas.

También una buena opción, es cultivarlas entre plantas que se asocien, caso espinacas, lechugas, ajos, cebollas y puerros. Las habas necesitan recibir luz, poco riego y en cuanto a los nutrientes la planta no es muy exigente.

Otro de los trabajos a llevar a cabo, es plantar árboles frutales a raíz desnuda, es decir sin terrón, lo que permitirá el ahorro de dinero al adquirirlos. Los ejemplares indicados son: manzanos, perales, ciruelos, durazneros, damascos, membrillos, cerezos y kakis.

Si ya tenemos plantados de años anteriores, es oportuno realizar cortes en las ramas que les sean necesarios para conseguir un mejor desarrollo. Asimismo recuerda proteger los cultivos del frío y las heladas. Para las hortalizas se recomienda la utilización de mantas de plastillera, en tanto para los árboles y arbustos, se puede aplicar en la base del tronco, una buena capa de paja o malas hierbas secas y sin semillas.

También es importante este mes, el laboreo de la tierra en lo que refiere al aporte de materia orgánica. Si aplicamos estiércol o humus de lombriz, dejaremos el suelo preparado para las próximas plantaciones que recibirán los nutrientes necesarios para su perfecto desarrollo.

En otro orden, presta atención también que las hojas interiores de las plantas trepadoras de hoja perenne, reciban buena luz. Ten en cuenta también que el invierno es “campo fértil” para que caracoles y babosas realicen su labor en la huerta y el jardín. Son muy voraces en los cultivos de lechugas y coles, por lo que debemos eliminarlos, en lo posible utilizando productos ecológicos.

Si bien existen en el mercado infinidad de compuestos químicos, para evitar su eventual toxicidad se aconseja construir trampas que eliminen o alejen a éstos no deseables visitantes. Algo muy sencillo de preparar es triturar cascaras de huevo y mezclarlas con tres o cuatro dientes de ajo machacados en una taza de agua que tras dejar reposar unas horas, se podrá esparcir alrededor de donde suelen actuar. Asimismo se recomienda sembrar hierbas como menta, salvia, hinojo o cebolleta cuyos aromas suelen alejar dichas plagas y otras.

Aprovecha también la época para cambiar de maceta aquellos ejemplares que estén en recipientes que no se compadecen con el crecimiento de las mismas. En tales circunstancias podremos constatar que si las raíces se han desarrollado en exceso, no quedara otra solución que recurrir a una poda. Hay que sacar el cepellón de la maceta y con una tijera o incluso un cuchillo bien afilado se deberán efectuar los cortes que sobresalen del terrón en su parte inferior.

Acto seguido con un palo o un pequeño rastrillo hay que peinar las raíces del cepellón con el fin de desenredar las que se encuentren retorcidas y así expandirlas para que puedan crecer correctamente. A la maceta donde irá la planta, se le deberá agregar sustrato nuevo y entonces sí colocarla de manera tal que no quede ningún hueco sin rellenar. Finalmente regar generosamente el ejemplar y de ahí en más vigilar que tenga un crecimiento sin inconvenientes.

Y ya que nos referimos a riegos, es recomendable suspenderlo a plantas que están en el interior de la vivienda, hasta tanto comprobar que el sustrato esté seco. Muchas mueren en esta época del año por exceso de agua. En las que se encuentran en el exterior, procede a introducir dedos en el suelo o sustrato y si compruebas que no hay humedad, entonces sí regarlas. Amigos, con la intención que lo expuesto pueda contribuir a cuidar y mejorar vuestros cultivos, me despido hasta la próxima entrega, no sin antes recordarle que si tienen dudas o consultas que realizar, pueden hacerlo a través del Correo Electrónico Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla. que con gusto responderé.

 

*) Técnico en Jardinería y en Horticultura. Extensa trayectoria periodística en medios de comunicación de Uruguay (CX 16 Radio Carve y Nuevo Tiempo; diarios MundoColor, El País y Lea; VTV Noticias.

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