*) Enrique M. González Vilar Laudani
“Esta pregunta era muy escuchada por Nacho, según las circunstancias en las que se moviese. En la escuela, entre los vecinos del barrio, su propia familia y hasta por algunos de sus compañeros de juegos.
Cuando hacía algo que parecía distinto a lo que los demás hacían, o tenía pensamientos que al expresarlos dejaban desconcertados a los que oían, Nacho se preguntaba qué pasaba con él, con sus ideas, su manera de ver y entender las cosas y aún con su cabeza. Escuchando a los demás, hasta llegó a pensar si realmente no estaría loco.”
El tema de la “locura” es apasionante. Tan especial y mal interpretada es, que muchas personas prefieren que les digan ladrones, mentirosos, violentos, o cualquier otro adjetivo calificativo negativo, antes de ser considerados “locos”.
No quisiera explayarme mucho sobre la historia y sus diferentes definiciones del tema, pero vale un poquito de volver al pasado para entender el presente, usando diferentes enciclopedias.
Según el diccionario, se podría decir que Nacho está privado del juicio o del uso de la razón. Si viviese en la antigüedad, se creería que su mal era consecuencia de maniobras sobrenaturales, o netamente demoníacas o que sufría un castigo divino por la culpa de sus pecados.
Otras corrientes dirían que Nacho es “loco” porque rechaza las normas sociales establecidas. En el Renacimiento, aparece la denominada “Nave de los locos” utilizada para eliminar del territorio a estos seres molestos que ponían en riesgo la seguridad de los ciudadanos, lanzándolos a la deriva. (Horrible, pero en algunas partes del mundo aún sucede, de otra forma)
Con Erasmo de Rotterdam y el Humanismo, la locura pasa a ser parte directa de la razón. La locura ahora analiza y juzga a la razón. Con la nosología moderna se entendió como una forma de esquizofrenia e incluso como un sinónimo.
Bueno, ahora que hemos hablado un poco de la historia de la locura, con la conciencia del que poco sabe, me gustaría decirle algunas cosas a mi amigo Nacho (derivado de su nombre Ignacio) no para darle respuestas, sino para plantearle más preguntas, desde mi humilde opinión. Son cosas en las que creo, con el afán de sumar, de apoyar y de edificar.
En primer lugar reconozco que el Ser humano que sos, no es lo que te muestra el espejo. Una cosa es el cuerpo físico y otra el espíritu, alma o como quieras llamarle.
Tu vida comenzó mucho tiempo antes de nacer aquí. Allí has pasado experiencias que te han formado y convertido en lo que sos ahora en tu interior. Has amado, aprendido, creado, sentido, luchado, crecido y experimentado cosas en un nivel que no comprendemos, debido a nuestra condición actual. La mayoría de las personas que “nacieron” con ciertos dones, los desarrollaron en otro estadio de vida.
El tener un cuerpo de carne y huesos es maravilloso, pero a la vez nos limita en muchos sentidos, ya que por su propia naturaleza necesita satisfacer los impulsos que lo mantienen vivo: comer, dormir, reproducirse, protegerse y todos los demás instintos que le pertenecen, se encuentran en una lucha diaria entre lo que queremos para vivir plenamente y lo que necesitamos para subsistir físicamente.
Como Ser humano, Nacho, sos único e irrepetible y con capacidades ilimitadas que van más allá de lo comprensible. Tus dones, talentos, deseos, aptitudes y gustos no tienen que verse limitadas al “sentido común”. Solo debe regirte el Bien Común.
Todos nacemos con dificultades o capacidades diferentes, por las cuales no podemos transmitir a nuestro cuerpo físico todo lo que somos, todo lo que sabemos y sentimos. Esta limitación es en algunas personas mayor a otras o simplemente diferente. Es una limitación del cuerpo, no del espíritu y es temporaria, ya que solo dura lo que se extienda nuestra vida en la tierra.
A continuación te invito a vos, lector (y a mí) a que cuando veas a alguien que consideren “loco” le mires a los ojos y te animes a ver “más allá”, al ser que habita ese cuerpo, que es tu igual, ni mejor, ni peor, es igual a vos. Ninguno de nosotros estamos exentos de que nuestro cuerpo falle y suframos tal como ellos ahora, a causa de esta desconexión entre la carne que nos reviste y el alma inmortal y poderosa, que forma nuestro Ser. ¿Comparto contigo algunas frases?.
No hay genio sin un grano de locura. (Aristóteles)
Las únicas personas que me agradan son las que están locas: locas por vivir, locas por hablar, locas por ser salvadas. (Jack Kerouac)
La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia. (Edgar Allan Poe)
El sabio es quien quiere asomar su cabeza al cielo; y el loco es quien quiere meter el cielo en su cabeza. (Chesterton)
Si la gente nos oyera los pensamientos, pocos escaparíamos de ser encerrados por locos (Benavente)
Hay locos que locos nacen,
Hay locos que locos son,
Y hay locos que locos hacen,
A los que locos no son… (anónimo)
Bueno queridos lectores, a ser un poco locos (pero sin tirar la chancleta, eh) ¡¡que la vida vale la pena!! ¿Lo intentamos juntos?.
*) Periodista (Universidad Nacional de la Matanza - Bs. As. - Argentina). Director de Seminarios e Institutos en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para las sedes Morón, Quilmes y Merlo (todo en Bs. As.).
Docente y Profesor en religión para jóvenes de 14 a 30 años. Director del Programa de Becas Educativas (FPE) de la Iglesia en Instituto SEI Merlo. Coach y Orientador Educativo en el mismo Instituto.
Todo esto fue realizado desde 1986 a 2013. Coach de Vida y Facilitador de proyectos personales (Estudios con la Licenciada Graciela Sessarego - Venezuela).
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