*) Cr. Ricardo Puglia Saavedra
El tornado que arrasó Dolores nos sorprendió a todos los uruguayos que no pasamos usualmente por fenómenos naturales extremos. Sin embargo, la solidaridad del pueblo uruguayo de todos los colores políticos se manifestó en todos los rincones del país procurando aliviar los daños, sea con ropas, alimentos, materiales, etc.
Dedo para arriba con nuestro querido Ejército Nacional, Policía, Médicos, Enfermeras, Asistentes, y Colaboradores, que sin pedírselos acudieron a trabajar en un acto de grandeza nacional y solidaridad (voluntaria). Gracias a todos!!!.
Sin embargo, para tristeza de todos los uruguayos el gobierno que profesa la Religión Frenteamplista concurrió tímidamente para decir que no contaba con fondos para ayudar en la recuperación de la ciudad ni en los campos agrícolas y ganaderos devastados por el tornado.
Triste, muy triste que no tengan como obtener recursos frente a una catástrofe. No obstante, para comprar el avión presidencial, para financiar Alas Uruguay, para financiar las empresas perniciosas del Fondes, para inyectar us$ 800 millones en Ancap, para viajes a África y otros destinos, para publicitar su oposición a los actos del Congreso brasileiro encuadrados bajo la Constitución de ese país, para derrochar dinero en el mal llamado gasto social, si hay dinero, aunque sea prestado a través de la emisión de papeles públicos que todos pagamos.
Probablemente en los próximos días oiremos decir a los responsables de administrar las finanzas públicas que el mal tiempo provocó el alza de la inflación otra vez a través por la suba del precio de los alimentos olvidando que el gobierno ha sido el primer responsable con los aumentos de las tarifas públicas, pero nada oiremos del mea culpa por pagar tasas mayores al 15% anual en las Letras de Tesorería vendidas a Bancos y financistas.
Tampoco oiremos nada de las pérdidas siderales del BCU por intervenir en la cotización del tipo de cambio cuando el mercado con disponibilidad de moneda nacional arremete y cuida su patrimonio invirtiendo en una moneda fuerte, abandonando la ilusión de invertir en pesos uruguayos frente a la crisis económica, educacional, de seguridad y de salud que el ciudadano de a pie palpita día a día.
Tanto que han gustado de crear fondos y fideicomisos para las más diversas situaciones, ninguno fue creado para enfrentar el cambio climático y sus nefastas consecuencias.
La granja, la horticultura y las cosechas de soja afectadas por lluvias nos traerán un período natural de escasez y la consecuente suba de precios se trasladará a artículos sustitutivos como los envasados, las harinas, la carne, etc.
Dinero para carreteras, puentes, caminos rurales no fueron previstos en el magnífico presupuesto deficitario 2015/2020 por el genio de las finanzas: Astori. Saldrá a mangar por el mundo como es el hábito de este colega al mejor estilo de los integrantes comunistas de la isla caribeña.
Por supuesto, la culpa de no contar con recursos no será del gobierno, será del imperio, o del impeachment o de la reina del carnaval. Han demostrado que ni en bonanza supieron administrar por lo que no podemos esperar una situación estable de futuro.
La cantidad de empleados al seguro de paro continúa aumentando, Nordex casi está al cierre de su planta, Fripur con 900 empleados esperando, las mutualistas en situación crítica y se desparraman millones de dólares en ministerios que no han querido ahorrar un centavo pasando el paquete del ahorro a las empresas públicas que poco hicieron.
Ante esta desesperante situación, al menos podrían evitar la publicidad de los entes, de los ministerios, los viajes al exterior, el combustible, la reducción de la guardia presidencial del temeroso anciano, del uso de los celulares y por qué no, crear una ley que permita enviar al seguro de paro a los funcionarios públicos por baja de actividad acorde con un PIB en picada junto con el cambio de destino de los fondos que el BROU provee al Fondes.
*) Especialista en inversión bancaria y asesoramiento empresarial, egresado en 1980 de la Universidad de la República Oriental del Uruguay “Contador Público y Licenciado en Administración”. Ex vicepresidente de la Corporación Nacional para el Desarrollo. Ha desarrollado una proficua e intensa actividad en la banca nacional e internacional, destacando las áreas de inversiones, reestructuración de deuda, banca corporativa, banca minorista, proyectos de inversión, ingeniería financiera y comercio internacional.
En 1990/1991 ocupó la gerencia comercial de Credit Lyonnais Uruguay y participó en la renegociación de la deuda externa uruguaya en estrecho contacto con el Ministerio de Economía y Citibank N.A.; de 1992 a 1996 estivo a cargo de la gerencia comercial de Banco Exterior Uruguay (hoy BBVAArgentaria).
Desde el año 2006 desarrolló servicios profesionales independientes en Consultoría y Finanzas Corporativas en varias empresas.