*) Psic. Manuel Froilán Zavala Ayala
El sentirse incomprendidos o que no son apreciados son unas de las emociones comunes que comparten los adolescentes con ideas suicidas. Es común escuchar en consultorio declaraciones como: “Sólo quiero saber que yo importo…”, o “Estoy cansado de que me comparen con otros”. Para el adolescente, el ser apreciado significa ser comprendido.
Muchos padres sienten que no pueden relacionarse con sus adolescentes. La teoría del “abismo entre generaciones” ha disuadido a muchos padres a que siquiera intenten pasar el abismo de comunicación que hay entre ellos. Algunas veces, sin embargo, un simple “te comprendo” es suficiente para un adolescente que tiene luchas y que está confuso.
Aun, si un adolescente no comparte abiertamente sus sentimientos, alguna pregunta ocasional demuestra que está interesado y que trata de comprenderlo. Por el contrario, los juicios rápidos y superficiales demuestran a sus adolescentes que no le importan y que su comprensión es poca y estrecha.
Tratamos de olvidar los errores de juicio y las equivocaciones que tuvimos en nuestra propia adolescencia. Pero estas experiencias nos ayudarán a comprender a los adolescentes que están en nuestras vidas.
Otro factor que influye en los adolescentes para que contemplen el suicidio, es la presión. Los chicos de la actualidad no sólo están enfrentando muchas de las mismas presiones que las generaciones anteriores, sino que también una variedad de presiones modernas.
Esto incluye enfrentar desórdenes alimenticios, presiones para consumir drogas, valores sexuales informales, enfermedades transmitidas sexualmente, hogares rotos, influencias de lo oculto, amigos que se quitan la vida y las realidades competitivas de vivir en una era de alta tecnología y de información supersónica.
Además, las elecciones y oportunidades disponibles para los adolescentes contemporáneos parecen no tener límites. Muchos no están bien preparados para enfrentar las “traumas históricos” ni las presiones de la vida; mucho menos los nuevos traumas que esta era les está proporcionando.
Un área en la que los adolescentes son alarmantemente deficientes es la de “soportar el sufrimiento”. Reciben un sinnúmero de oportunidades para afligirse, pero tienen pocos recursos para tratar con ello. Es un escenario relacionado con numerosos suicidios.
Debemos aprender que el cambio en los sentimientos es algo perfectamente normal. Cuando aprendamos esto, vamos a poder hacer a un lado los impulsos de autodestrucción y concentrarnos en prospectos más positivos.
La clave para el adolescente que está considerando el suicidio, es HABLAR con alguien de su confianza acerca de cómo se siente.
NO OLVIDE: El suicidio es una causa de muerte EVITABLE.
*) Licenciado en Psicología, especialidad Clínica (con Habilitación Profesional del MSP). Miembro Honorario en el Área de Negociación Antisecuestro (gerenciamiento de crisis) del Grupo Halcón de la Policía Argentina
Especializaciones en Suicidología: Red Mundial de Suicidiólogos (Representante Nacional hasta el año 2.008); Red Iberoamericana de Suicidiólogos (Argentina).
Miembro de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM), desde el 10 de agosto de 2016.
Ex - Miembro de la Sociedad Mexicana de Tanatología.
Libros publicados: “Suicidio Infanto-Juvenil” - Cómo reconocer las Señales de Advertencia (Editorial Arandura. Año 2006); en proceso: “Estrés, Depresión y Suicidio”. Disertante en múltiples eventos en varios países.