*) Cr. Ricardo Puglia Saavedra
Los años van pasando y el Uruguay transita a la deriva izquierdista venerando a sus líderes comunistas, socialistas y otros extraños a nuestro país. Desconocen a nuestros héroes nacionales, a los verdaderos hombres y mujeres que forjaron nuestra patria desde el siglo XVII.
Desde el 2005, la izquierda gobernante sólo se ocupa de quienes piensan como ellos. No conocen el país, sus gentes y sus problemas. Buscan soluciones desde sus cómodas oficinas y derrochan a diestra y siniestra los escasos recursos económicos que provee la clase media a través de verdaderos impuestos a los ingresos de los trabajadores y jubilados.
El Ministro de Economía no tiene la capacidad de poner al Uruguay dentro del rango de la primera línea de países desarrollados. Su preocupación está en pagar un presupuesto estatal desfinanciado, sea con mayores impuestos, mayores tarifas públicas y más endeudamiento interno y externo. El déficit del Estado está en dos mil millones de dólares y el mismo va día a día negando nuevas oportunidades a las actuales y futuras generaciones.
La incapacidad, la mala gestión, los desbordes, son la moneda corriente de esta colcha de retazos que van a Zambia a buscar negocios, o a Venezuela a vender y no cobrar los productos lácteos exportados sin las debidas garantías de pago.
Se han cambiado las políticas de Estado con el exterior por políticas de amiguismo superfluo con doctrinas perimidas. Así, antes Chávez, Lula, Cristina, (hoy procesada), Dilma (desalojada por el pueblo), y ahora Maduro, Evo Morales, Raúl Castro, Correa y sus socios continúan abrazándose en una amistad que pende de un fino hilo por la falta de recursos.
La izquierda es incapaz de generar auténtica riqueza para sus gobernados, pero si es capaz de gastar lo no que no tiene con discursos de mejor distribución de la riqueza generada por la actividad privada y derrochada por el sector público al mando del presidente a través de presupuestos quinquenales incumplibles o de rendiciones de cuentas que son vistas como los verdaderos salvadores de esta pésima política económica que tiene como responsable al Ministerio de Economía quien es incapaz de equilibrar las finanzas públicas al verdadero potencial de la economía.
Se hacen los sorprendidos por el déficit de ANCAP por más de ochocientos millones de dólares, los créditos irrecuperables del Fondes y el de otras tantas empresas públicas administradas en forma de quioscos y sin ninguna responsabilidad de rendición de cuentas hacia los contribuyentes.
Hace décadas que el Uruguay rema con déficits y endeudamiento, lo que en términos futbolísticos significa que vamos perdiendo el partido en uno o dos a cero y somos maravillosos si alcanzamos un empate en el último minuto. Jamás, desde las esferas gubernamentales, se propusieron como meta ganar el partido.
También son co-responsables los organismos de crédito internacionales que avalan esta política porque les conviene que el país se endeude y así ellos colocar en buenos términos sus excedentarios recursos financieros como es el caso del BID y la Corporación Andina de Fomento.
Créditos para infraestructura, sean puentes, carreteras, caminos, nuevas represas, brillan por su ausencia. Pero, el presidente se encuentra feliz con su avión presidencial y sus monótonos discursos desde el púlpito de las izquierdas.
Vamos mal y el país de primera prometido por la izquierda en la campaña política 2014 es un ícono que no se alcanzará con estos hombres desgastados, con sindicalistas que van a apoyar a un dictador y sin ninguna propuesta ganadora.
*) Especialista en inversión bancaria y asesoramiento empresarial, egresado en 1980 de la Universidad de la República Oriental del Uruguay “Contador Público y Licenciado en Administración”. Ex vicepresidente de la Corporación Nacional para el Desarrollo. Ha desarrollado una proficua e intensa actividad en la banca nacional e internacional, destacando las áreas de inversiones, reestructuración de deuda, banca corporativa, banca minorista, proyectos de inversión, ingeniería financiera y comercio internacional.
En 1990/1991 ocupó la gerencia comercial de Credit Lyonnais Uruguay y participó en la renegociación de la deuda externa uruguaya en estrecho contacto con el Ministerio de Economía y Citibank N.A.; de 1992 a 1996 estivo a cargo de la gerencia comercial de Banco Exterior Uruguay (hoy BBVAArgentaria).
Desde el año 2006 desarrolló servicios profesionales independientes en Consultoría y Finanzas Corporativas en varias empresas.