Tradicionalmente, los jóvenes debían trasladarse a Montevideo para estudiar. En la actualidad, disponen de una oferta diversa y descentralizada que les permite formarse en lo que sienten es su vocación, pero mucho más cerca de sus casas. La directora de Educación, Rosita Ángelo, destacó el “enorme despliegue” de la enseñanza terciaria en el país.
Históricamente, en Uruguay, aquellos jóvenes que querían cursar una carrera terciaria debían viajar e instalarse en Montevideo, ya que en el interior solo funcionaban las carreras de formación docente. Sin embargo, esa realidad ha ido cambiando paulatinamente.
En los últimos años, el interés de los jóvenes y los avances a nivel mundial comenzaron a demandar otras carreras, más acordes a las nuevas tecnologías, al desarrollo productivo y a áreas en las que no era común incursionar, lo que derivó en una importante ampliación de la oferta.
“La educación terciaria tuvo un enorme despliegue en el territorio”, aseguró la directora de Educación del MEC, Rosita Ángelo. La oferta se fue ampliando y hoy el CETP-UTU, mediante convenios con la UdelaR, por ejemplo, cuenta con carreras terciarias vinculadas a lo productivo (tecnólogos).
El Consejo de Formación en Educación (CFE) dispone de carreras de magisterio, profesorado, maestro técnico y educador social, en distintos puntos del país. La Universidad de la República y la Universidad Tecnológica (UTEC) tuvieron una salida hacia el interior habilitando varios centros.
Maldonado es uno de los departamentos donde primero comenzaron a desarrollarse distintas carreras que captaron el interés no solo de jóvenes estudiantes. La UTEC (creada en 2012) cuenta con carreras vinculadas a la producción y a nuevos rubros en expansión.
La jerarca entiende que, con esta amplitud de oferta y su dispersión en el territorio, la elección de los jóvenes es menos conformista y más vocacional. Recordó que la lógica de elegir qué estudiar hacía que el joven optara por “lo que tenía a mano”, ya que no podía cubrir los costos de viajes o residencia en otro lugar.
En la última década, muchos jóvenes se han vuelto “primera generación” en sus familias, es decir que por primera vez un integrante de su núcleo familiar cursa estudios terciarios. A nivel de la UdelaR, estos jóvenes representan el 54% de la matrícula estudiantil.
Infraestructura
En un constante plan de mejora, en los últimos años se invirtió intensamente en infraestructura de calidad. La UdelaR, la UTEC, la UTU y el CFE invirtieron enormes sumas de dinero para brindar edificios actualizados y acordes a las necesidades de las carreras que allí se imparten.
Hay otra inversión en infraestructuras “más blandas” que tiene que ver con destinar recursos a la promoción de la investigación, la docencia de calidad y la extensión. Esto obligó a una mayor coordinación y lógica de cooperación, pero, además, a radicar equipos docentes en cada zona.