En una carta hecha pública y firmada por 88 familias, ante múltiples versiones que circulan en medios y redes sociales, piden que no se siga atacando a la misma y que no se tergiversen los hechos vinculando a una persona que no tiene ninguna relación con el colegio o el equipo docente.
La carta firmada por 88 familias dice que, “ante las distintas versiones que circulan en medios y redes sociales, este grupo de padres se encuentra en la obligación de defender a quienes están siendo avasallados y perjudicados sin el más mínimo sentido de la responsabilidad social, nuestros hijos”.
Continúa diciendo que apoyan al grupo de trabajo con el cual se sienten muy conformes y que saben del esfuerzo que significa tener a sus hijos diariamente, “conocemos hoy mejor que nunca en la historia de la educación y de primera mano cual es el trato que reciben”, destacan.
Aluden a la paciencia y dedicación de maestros y profesores para no perder clases y seguir adelante en tiempos de aislamiento, porque “convivimos diariamente con ellos dentro de nuestras casas”, por lo cual exhortan a no seguir “con el ataque a la institución y a eliminar publicaciones que nos agravian…”.
Consideran que las críticas, “son un ataque directo a cientos de estudiantes que diariamente y con orgullo se visten con su uniforme para salir a la vida y vemos caminando por las calles de nuestra ciudad”, y remarcan que “la persona a la cual se hace referencia no es parte de la dirección del colegio ni del equipo docente”.
Insisten que el efecto que generan las noticias repercute directamente de forma negativa en la dirección, con la cual están muy conformes, “de la mano de Ana Watson a quien agradecemos por compartir sus conocimientos y dedicarse de forma profesional y muy afectuosa, cada uno de los días…”.
Respecto al caso judicial que involucra al padre del director, las familias señalan que “apoyamos a las víctimas y lamentamos los hechos y sus repercusiones ya que todos queremos una sociedad más sana y segura para nuestros hijos”, y piden no tergiversar ni dañar la reputación de personas o instituciones que no tienen responsabilidad alguna en los hechos ocurridos.