Ícono de la otrora pujante industria harinera uruguaya, el Molino Lavagna fue declarado Monumento Histórico Nacional en el año 2005. Empero, desde entonces, ni desde lo local ni desde lo nacional, se ha elaborado un plan de recuperación con recursos suficientes. En estos momentos denuncian que su estado es lamentable, y que corre riesgo de derrumbe.

El edil frenteamplista Federico Martínez, es uno de los promotores de la denuncia que se ha formulado ante la Junta Departamental de Maldonado, respecto al estado en que se encuentra el Molino Lavagna (en San Carlos), que es propiedad municipal desde el año 1998.

Martínez, entrevistado en el periodístico Frecuencia Abierta de Aspen FM de Punta del Este, recordó que en noviembre del año pasado, se hizo un reconocimiento al documental sobre la historia y el presente del lugar, dirigido por el profesor Federico Olascoaga.

El trabajo fue elaborado en 2014 por estudiantes del Liceo N° 2 de la ciudad de San Carlos encabezados por Olascoaga, y contó con el soporte técnico de la Usina Cultural del MEC. El objetivo fue destacar la importancia histórica del Molino Lavagna y su valor patrimonial.

El edil Federico Martínez, recordó que desde el año 2005 esas instalaciones son Patrimonio Histórico Nacional, y desde el año 1998 propiedad de la Intendencia de Maldonado. Reconoció que los sucesivos gobiernos departamentales y nacionales, no han dedicado nada para recuperar el edificio.

Explicó que el pedido elevado a la Junta Departamental de Maldonado, es para que se tome en cuenta el estado edilicio en que se encuentra el Molino Lavagna, porque “hoy esas estructuras tienen peligro de derrumbe”, independientemente de otras situaciones que se dan.

Aseguró que en este momento se constata un gran estado de abandono, pero que además hasta hay gente viviendo y restos de motos y bicicletas que seguramente han sido objeto de robos. “Queremos saber que planes hay a futuro”, porque el riesgo de perder todo es inminente.

Recordó que el turismo especializado (histórico) es creciente, y que incluso el Molino Lavagna ha sido visitado en algunas oportunidades de la mano de guías y tomando las medidas de seguridad adecuadas, pero que en este momento “visitarlo masivamente puede ser peligroso”.

Hoy “es un lugar muy peligroso de visitar para quienes no lo conocen”, reiteró Federico Martínez, quien sostuvo que lamentablemente a lo largo de los años, ni los gobiernos nacionales ni los departamentales han tenido en cuenta algún programa o recursos para recuperar el lugar.

Rica historia

La industria harinera en Uruguay tuvo su época de oro a principios del siglo XIX, proliferando en todo el país más de cien molinos harineros, varios de ellos en el departamento de Maldonado (San Carlos, Maldonado, Pan de Azúcar).

El Molino Lavagna fue construido en 1884 a orillas del arroyo Maldonado por iniciativa de Ignacio Lavagna, un italiano radicado en la ciudad de San Carlos, que tuvo la visión de apelar a la energía hidráulica para hacerlo funcionar.

Algo similar rodea la historia del Molino Schiavone, ubicado sobre el arroyo Pan de Azúcar, a mitad de camino entre la ciudad homónima y la pequeña localidad de Kilómetro 110, donde se utilizó energía hidráulica para mover los equipos.

En el año 1928, tras un gigantesco incendio, las instalaciones del Molino Lavagna fueron renovadas con material importado de Alemania por Carlos Lavagna, hijo del fundador de aquella empresa.

El molino definitivamente dejó de funcionar en 1931, tras el fallecimiento de Carlos Lavagna, único propietario que quedaba con vida. Con el cierre, se retiró toda la maquinaria, quedando solo el edificio que con los años cobró gran valor histórico.

(Foto: MaldonadoNoticias)

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