Julio Álvarez (57), apodado “El Lagarto” cumplió el objetivo en su ciudad natal, en lo que no solo fue un desafío personal, sino que tuvo un fin benéfico como en cada oportunidad que ha realizado este tipo de pruebas de resistencia.

Julio Álvarez, “El Lagarto”, se trepó a su bicicleta el martes 1° de octubre a la hora 16.06, y se bajó de ella este jueves 3 a la 21.06, totalizando las 53 horas ininterrumpidas de pedaleo en un circuito diagramado para la prueba de resistencia en torno a la plaza 19 de Abril de la ciudad de Pan de Azúcar.

Solo le practicaron algunos chequeos médicos a lo largo de las horas, aunque nunca quiso bajar de su bicicleta. Estuvo días y noches pedaleando, con distintos apoyos dependiendo de las horas del día o la noche, recibió muchos aplausos, bocinazos y gritos de aliento y se alimentó solo como para mantenerse.

A la hora 21.06 de este jueves, “El Lagarto” fue recibido con la bandera a cuadros por una verdadera multitud, integrada por vecinos de Pan de Azúcar y de otras localidades, concejales y el propio alcalde del Municipio de la ciudad, Alejandro Echavarría, quien le entregó una plaqueta de reconocimiento.

Al grito de “Julio, Julio, Julio!!!” los asistentes al final del evento observaron atónitos como este hombre humilde, solidario y cristalino en todas sus acciones, solo decía a la pregunta de cómo se sentía: “estoy bien, estoy bien”. A pesar de que no se previó una certificación internacional, un escribano sí documentó el hecho.

Ahora, se iniciarían los trámites correspondientes para saber si el Guinness World Records acepta tomar esta certificación notarial como válida, lo que consolidaría a un pandeazuquense como el hombre que más tiempo permaneció pedaleando una bicicleta a nivel mundial.

Tras múltiples fotos, abrazos y recibir una plaqueta, Julio Álvarez fue conducido al hospital de la ciudad -aunque contra su voluntad porque insistía encontrarse en perfectas condiciones-, donde lo sometieron a un chequeo para confirmar su estado de salud tras el inmenso esfuerzo realizado.

Más allá del desafío personal, como en todas las ocasiones que ha realizado pruebas durante 24 horas y hasta llegar a las 33 hace algunas semanas en Gregorio Aznárez, “El Lagarto” persiguió un fin solidario: lograr aportes para Gabriela Cantera, una joven mujer de Piriápolis que enfrenta un grave problema de salud.