El fiscal Enrique Rodríguez, pidió éste miércoles la extradición del empresario y dirigente gremial Marcelo Balcedo (54) y su esposa Paola Fiege (33), en tanto en forma paralela avanza otro proceso en Uruguay por el que la pareja cumple prisión preventiva por 120 días.

La Fiscalía presentó en el juzgado de Crimen Organizado a un testigo, el representante de la Embajada Argentina en Uruguay, Jorge Rodríguez, quien explicó los motivos del pedido de extradición oficializado el jueves 25 de enero, 10 días antes que venciera el plazo legal.

Los abogados del sindicalista argentino, Alejandro Balbi y Víctor Della Valle, argumentaron que la causa en el vecino país está basada en falsedades y que el juez que solicitó su detención, Ernesto Kreplak, tiene intereses políticos y personales.

“Me transformé en el enemigo público número uno de Argentina”, aseguró Balcedo en la audiencia ante el fiscal Gilberto Rodríguez y la jueza Mainard, en tanto su abogado argentino, Rodolfo Patiño que fue citado como testigo en la audiencia, se expresó en el mismo sentido.

El Fiscal, argumentó que en Argentina “hay un Estado de Derecho” por lo cual la pareja podrá defenderse con todas las garantías, pero aclaró que deberá esperar el proceso en Uruguay, donde son acusados por lavado de activos, contrabando y tráfico interno de armas.

Malos tratos

Por su parte la esposa de Balcedo, Paola Fiege, denunció ante la magistrada estar padeciendo malos tratos en la cárcel donde se encuentra alojada (Unidad N° 5 del INR), y que cada vez que ha reclamado algo ha sufrido represalias.

Dijo que las condiciones en las que está recluida son “inhumanas”, que ella no tiene “coronita” y que ha pasado incluso alguna noche entera con materia fecal en la celda por la rotura de un caño, o viendo ratas cerca de donde se almacenan los alimentos.

Por otra parte, desde la defensa se sigue insistiendo en el pedido de prisión domiciliaria para la mujer, quien tiene tres hijos de entre 2 y 11 años que están a cargo de empleadas de la familia y de una tía (hermana de Fiege) que ha permanecido en Playa Verde.