El sujeto, acorralado por las pruebas en su contra, se presentó en la Fiscalía de 1er. Turno de San Carlos y posteriormente compareció ante la Justicia. Fue el autor de un disparo por la espalda que cegó la vida de un sujeto de 31 años el 20 de junio de este año, en una boca de venta de drogas de San Carlos.

Días atrás, R.P.d.l.Q., de 24 años, decidió presentarse en la Fiscalía de 1er. Turno de San Carlos para admitir su participación directa en el homicidio de Jhony Leandro Díaz Sosa, de 31 años, ocurrido la madrugada del 20 de junio de este año en una “boca” del barrio Rodríguez Barrios.

El sujeto estaba requerido desde hace varios meses ya que se recogieron pruebas y testimonios contundentes respecto a su participación en el homicidio, por el cual otro individuo ya había sido remitido a la cárcel a fines del mes de julio, porque había sido el autor de un primer disparo.

La Jueza Penal de 1er. Turno de San Carlos, condenó a R.P.d.l.Q., a 6 años de penitenciaría como coautor de un delito de homicidio, en régimen de reiteración real, con un delito de amenazas. Era el dueño de la boca de venta de drogas a la que aquella madrugada llegó Díaz Sosa.

La víctima, llegó al lugar sin dinero y habría exigido que igualmente le dieran algunas dosis, lo que provocó primero la reacción de José Luciano Ferreira Pereira que le efectuó un disparo en un muslo, y luego la de R.P.d.L.Q. que, con el mismo arma le tiró luego por la espalda.

Lo ocurrido

Sobre la hora 3.00 del domingo 20 de junio, la Policía de San Carlos fue alertada sobre la presencia de una persona gravemente herida por disparos de arma de fuego en calle Jorge Yessi Cabrera casi Lavalleja, en el barrio Rodríguez Barrios, hacia donde fueron varias unidades.

En forma paralela, se solicitó una unidad de emergencia médica móvil, que procedió a asistir a quien fue identificado como Jhony Leandro Díaz Sosa, de 31 años, quien ya estaba sin vida por lo cual se procedió a preservar la escena y dar lugar al trabajo de Policía Científica.

La autopsia, confirmó que Díaz Sosa había sido alcanzado por dos disparos de un arma de grueso calibre: uno en la región lumbar que le produjo un abundante sangrado, y varias lesiones graves en órganos vitales que en definitiva provocaron su muerte, y otro en el muslo derecho.

Díaz Sosa tenía 31 años y contaba con una importante cantidad de antecedentes penales por la autoría de delitos de todo tipo, cometidos en San Carlos pero también en Maldonado. Había marchado a la cárcel por última vez el mes de febrero de 2019 por un arrebato y un hurto.

Fue condenado a 18 meses de prisión como autor de dos delitos de hurto especialmente agravados. Uno fue el arrebato que lo cometió en perjuicio de una mujer en calle Dr. Ascheri, a la que despojó de un monedero conteniendo $ 4.300, documentos personales y un teléfono.

En las instancias posteriores y antes de ser llevado a comparecer ante la Justicia, se supo que Jhony Leandro Díaz Sosa, el lunes 4 de febrero de aquel año había robado una moto marca Baccio, en avenida Jacinto Alvariza y calle Virrey Pedro de Zeballos, al Norte de la ciudad.

El primero

A fines de julio, uno de homicidas fue condenado a 6 años de penitenciaría, como responsable de un delito de homicidio. José Luciano Ferreira Pereira, de 20 años, confesó haberle disparado a Díaz Sosa la madrugada del domingo 20 de junio, dentro de una “boca” de venta de drogas.

Pero también fue imputado por un delito de rapiña agravado, por el uso de armas y la pluriparticipación, en reiteración real, con un delito de retiro de dispositivo electrónico no autorizado (era portador de una tobillera electrónica por una disposición judicial anterior).

Por ese atraco, perpetrado la mañana del viernes 23 de julio en un autoservicio de calle José Daniel Mautone, fue condenado a 5 años y 4 meses de prisión, F.C.O., de 21 años, quien fue imputado por un delito de rapiña agravada por el uso de armas y la pluriparticipación.

Los investigadores llegaron a Ferreira Pereira y a F.C.O., precisamente porque el primero era portador de una tobillera electrónica que fue detectada el día de la rapiña, en la zona del comercio. El delincuente se la había quitado y la había tirado a la altura del kilómetro 134 de Ruta 9.

Ferreira había sido intervenido por la Policía, en el marco de la investigación por la mencionada rapiña. En medio de ello, terminó confesando la muerte de Jhony Leandro Díaz Sosa, en una casa del barrio Rodríguez Barrios, donde R.P.d.L.Q. regenteaba una “boca”.