Había sido imputado el 25 de mayo del año 2009 por el asesinato de una adolescente de 17 años en Maldonado, pero logró la libertad por gracia de la Suprema Corte de Justicia el 12 de mayo de 2016, aunque estuvo otros cuatro años cumpliendo prisión domiciliaria hasta que fue absuelto.
Laura Karina Busquet, de 17 años, fue encontrada muerta el jueves 2 de octubre del año 2008 en la casa de una trabajadora sexual, en el barrio Maldonado Nuevo, donde cuidaba a dos niños que, fueron quienes alertaron a vecinos de que la chica “estaba durmiendo” y no les respondía.
A esa altura escapada desde hacía un año de dependencias del INAU (donde estuvo alojada varias veces, aunque no por la comisión de faltas), tenía a su madre internada en un psiquiátrico; tenía dos hermanos más pequeños y dos mayores, pero de todos estaba relativamente alejada.
Fue ultimada mientras cuidaba a dos pequeños de 3 y 5 años, tarea por la que percibía $ 100 por noche. La encontraron en una cama, presentando sangrado nasal y bucal; las pericias forenses determinaron que falleció por estrangulamiento aunque antes le propinaron un fuerte golpe en el mentón.
Ricardo De la Fuente -entonces tenía 32 años-, por mantener un vínculo con la víctima fue uno de los indagados en el intrincado proceso y finalmente quien fue acusado como el autor del homicidio. Vivía en San Carlos donde tenía un sex shop, pero lo detuvieron en el entonces hotel Conrad, donde trabajaba.
Un particular anillo en cuero y con 4 puntas similares a los piercing, fue la prueba principal que encontraron los investigadores del caso, ya que dos marcas que presentaba Laura Karina Busquet (en el mentón y en el estómago), coincidían milimétricamente con estos detalles del anillo de Ricardo De la Fuente.
Detenido, fue llevado ante el juez penal de 4º turno de aquel momento, doctor Gabriel Ohanián, quien lo procesó con prisión por el delito de homicidio. Nunca admitió la autoría del hecho hasta que el tiempo le dio la razón, tras 7 años de cárcel y otros 4 de domiciliaria.
La demanda
Santiago Alonso, abogado de Ricardo De la Fuente, la jornada de este martes anunció en Subrayado Tarde de canal 10, que ahora el hombre demanda al Estado por $ 85 millones por haber estado privado de su libertad durante 7 años en régimen de prisión preventiva.
“Queda en la historia negra del Poder Judicial que un homicidio demore 12 años en dilucidarse y establecer a ver quién es el culpable y quién es el inocente. Estamos diciendo ahora que no hay culpable”, sostuvo al opinar sobre aquel caso que generó conmoción en Maldonado.
Alonso indicó que había un “cúmulo de indicios que a entender de la Fiscalía cumplían con la semiplena prueba para solicitar un procesamiento y como se preveía también que la pena a recaer sería de penitenciaría, fue que solicitó que fuera con prisión”.
En la última etapa del proceso la Fiscalía fundamentó en la pericia forense su solicitud de condena de una pena de 12 años por el delito de homicidio. La defensa solicitó que la causa se abriera, y el expediente ingresó en una junta médica del Instituto Técnico Forense en Montevideo.
Este, estableció que “no había una correspondencia perfecta entre las marcas del cuerpo y los pinchos del anillo en los cuales se había fundamentado la Fiscalía”, que a su vez, anunció en su momento que apelaría a la absolución, pero lo hizo fuera de fecha.
Ahora, “lo que se ha iniciado es una acción de reparación patrimonial, por daños y perjuicios, derivados de la prisión indebida. En el 90% de lo que es el Derecho la responsabilidad es subjetiva, en estos casos de prisión indebida la responsabilidad es objetiva”, agregó.
“Por lo tanto no se discute sobre si está bien absuelto o mal, lo que se discute más que nada son los rubros y las cifras”, porque De la Fuente tenía un comercio en la ciudad de San Carlos y un trabajo en un reconocido hotel de Punta del Este y “perdió absolutamente todo”, enfatizó el abogado.
Cuestionó al Estado que, “cada vez que recibe una demanda, tiene la estrategia de desconocer absolutamente todo. Entonces paga exclusivamente si hay un juez que lo condena. No llega a acuerdos”, dijo y agregó que “se juega como una especie de estrategia de desgaste, de ir hasta las últimas consecuencias”.