El hecho fue constatado el sábado 2 de julio pero había ocurrido días antes. El ahora condenado había sido detenido pero posteriormente quedó en libertad porque no había ninguna denuncia.
La mañana del sábado 2 de julio, personal de la URPM de la Zona Operacional 2 que patrullaba calles del barrio San Rafael, en Punta del Este, observó el vidrio de la puerta principal de una finca roto, por lo cual se radió la informaron a la subcomisaría de la zona para que localizara a los propietarios.
Una vez el damnificado fue ubicado y concurrió a su casa, constató el faltante de un tubo de supergas de 45 kilos, así como una serie de daños tanto en la puerta principal como la que da a los fondos. Coincidentemente, el día anterior dos sujetos habían sido detenidos llevando un artefacto similar.
Ambos se desplazaban en una moto, aunque al ver a una unidad policial se dieron a la fuga y se descartaron del tubo de supergas. Uno de los intervenidos había sido Jonathan Alfredo Dorrey Da Costa, de 23 años, quien registra una serie de antecedentes por hurtos de distinto tipo.
En virtud de que en aquel momento no había denuncia alguna, Dorrey Da Costa quedó libre, pero nuevamente informada la fiscalía de 2° turno sobre lo ocurrido en San Rafael, ordenó que fuera detenido. Llevado ante la Justicia, lo condenaron a 10 meses de prisión por un delito de receptación.
Suma varios
Jonathan Alfredo Dorrey, a pesar de su juventud ya cuenta con varios antecedentes penales, el último del 13 de septiembre del año 2020, cuando la Justicia le impuso 120 días de medidas sustitutivas como coautor de un delito de hurto especialmente agravado, con dos delitos de receptación.
Aquel fin de semana, junto a un compinche, fue detenido en el barrio San Martín de Maldonado, luego de hacer caso omiso a una orden de detención de efectivos del grupo PADO en avenida Aiguá, y darse a la fuga en la moto que ocupaban, la que poco después dejaron abandonada en las proximidades.
El birrodado resultó ser uno que había sido denunciado como robado el sábado 5 de aquel mismo mes en calles Francisco Salazar y Emilio Sader, en el barrio La Pastora de Punta del Este. Tras la detención fueron indagados, además, por su participación en otros delitos.
Anteriormente, el 3 de octubre de 2018, había sido condenado a 9 meses de prisión efectiva como autor de un delito de hurto agravado, tras haberse probado que fue el autor del robo de una moto, nada menos que del predio de la subcomisaría de San Rafael, en Punta del Este.
El birrodado, marca Yumbo, se encontraba en depósito y a la espera de ser reclamado por su dueño ya que había sido encontrado abandonado. Tras la confirmación del robo, personal del grupo PADO intervino a este joven en cercanías de barrio Kennedy.
En ese momento estaba purgando una pena porque el 10 de agosto del mismo año, ya había sido imputado por tres delitos de hurto agravado, dos de ellos en grado de tentativa, aunque la Justicia le aplicó una pena de 13 meses de libertad vigilada con una serie de medidas sustitutivas a la prisión.
Sin embargo, fue detenido por otro hecho: días antes, personal policial de la subcomisaría de San Rafael concurrió al barrio Kennedy, concretamente a calles Salto y Paysandú, donde se encontraba un joven de 19 años herido de arma blanca a la altura del glúteo izquierdo.
Narró que poco antes estaba en la casa de su madre, lindera a la suya, cuando vio a dos desconocidos intentando ingresar, por lo que decidió perseguirlos cuando huían, trabándose en lucha con uno de ellos. En ese momento dijo que el otro sujeto lo atacó y lo hirió con una varilla de hierro.
De la investigación surgió que Dorrey Da Costa podría ser uno de los participantes en el confuso episodio, por lo cual fue detenido durante un allanamiento a su casa de calle Rocha, en la que se recuperaron efectos robados. Indagado, resultó ser responsable de varios robos cometidos semanas antes.
Dorrey Da Costa, registra su primer antecedente del año 2017 cuando con apenas 18 años fue procesado sin prisión (regía el viejo Código Penal). El 18 de enero de aquel año, le imputaron un delito de hurto especialmente agravado, por haberse cometido sobre cosa expuesta al público, en grado de tentativa.