La chica, de 21 años, denunció ante la Policía que “un cliente” la había golpeado en su apartamento y que luego huyó en su coche. Sin embargo no había ocurrido ni una cosa ni la otra: el denunciado era su pareja, y tras una discusión se fue en el coche como lo había hecho en otras ocasiones.

El Juez Penal de 2° Turno de Maldonado, procesó sin prisión a una joven de 21 años, identificada como M.F.D.N., imputada por la presunta comisión de un delito de simulación de delito, tras denunciar que había sido víctima de una rapiña que no había sido tal.

Todo comenzó cuando el sábado 3 de junio, M.F.D.N. se presentó ante la seccional policial 1ª de la ciudad de Maldonado, a denunciar que “un cliente” que había estado con ella en su apartamento de un conocido complejo de apartamentos, la había golpeado y le había robado el coche.

La joven, que ejerce el meretricio, dio datos precisos del presunto cliente que la había atacado y robado y aportó toda la información del automóvil de su propiedad, un Honda modelo Civic. El caso fue derivado a Investigaciones del Distrito 2 que localizó el coche horas después.

El Honda estaba estacionado en cercanías de la terminal de ómnibus de Maldonado, a pocas cuadras de donde se había producido la presunta rapiña. Todo indicaba que el denunciado había abandonado en ese lugar el automóvil y viajó a la capital del país en un ómnibus.

A todo esto, a pocas horas de haberse librado la orden de captura a nivel nacional del denunciado, el hombre fue detenido por efectivos de la Prefectura Nacional Naval del puerto de Carmelo, en el departamento de Colonia. De allí fue trasladado inmediatamente a Maldonado.

Para sorpresa de los efectivos de Investigaciones que trabajaban en el caso, el detenido dijo que era la pareja de M.F.D.N. y que en realidad no le había pegado ni le había robado el coche. Aseguró que solamente discutieron como otras veces y decidió irse en el coche, como en otras ocasiones.

Además, presentó una serie de testigos que confirmaron que efectivamente era la pareja de la joven, y que no se trataba de “un cliente” más; por otra parte no fue la única ocasión que utilizó el Honda Civic, ni hubo pruebas que confirmaran que la había agredido.