Las 8 hectáreas ubicadas entre la Ruta 10 y la costa a la altura de balneario Buenos Aires, serían destinadas al desarrollo de un “barrio cerrado”. Para vecinos, actores políticos y medio ambientales, semejante intervención en un área muy sensible no se debería permitir. Para técnicos de distintas instituciones, tampoco.

Vecinos, la oposición política (Frente Amplio), entidades vinculadas a la preservación del medio ambiente y también la academia, siguen manifestándose contrarios al proyecto de construcción de un barrio cerrado en tierras costeras frente al balneario Buenos Aires.

Los padrones 10.108 y 10.109, por otra parte, son considerados públicos a pesar de la última decisión de la Intendencia de Maldonado de desistir de continuar con acciones a nivel judicial en defensa de las 8 hectáreas de tierras que están valuadas en al menos US$ 5 millones.

Este martes, entrevistada en el periodístico Frecuencia Abierta de Aspen FM de Punta del Este, la docente Grado 2 del Cure-Maldonado, del departamento de Territorio, Ambiente y Paisaje (TAP), Isabel Gadino, dio su opinión técnica sobre este tema y en general sobre el deterioro de la costa.

La arquitecta y experta en ciencias ambientales de la alta casa de estudios, admitió que el desarrollo urbanístico en la franja costera es siempre un tema polémico y muy discutido por especialistas y vecinos de las zonas afectadas, especialmente en el departamento de Maldonado por distintos motivos.

Explicó que este es uno de los departamentos donde más se produce este cruce de intereses entre el desarrollo y la protección del ambiente, debido al frecuente desembarco de emprendimientos inmobiliarios de gran envergadura que se pretenden desarrollar sobre las playas.

“Es una situación que lo que hace es mantener una tendencia que ya tiene unos impactos ambientales importantes”, dijo, a raíz de diferentes intervenciones que se han realizado a lo largo del tiempo en espacios costeros. “Ha generado una desaparición muy grande, casi completa, de nuestro sistema dunar”, apuntó.

Isabel Gadino aseguró que a esta altura los impactos son tan grandes “que nuestras propias leyes lo advierten”, por lo cual se sigue presionando sobre esos recursos con la aprobación de distintos proyectos de carácter edilicio, la mayoría de ellos en la costa al Este del arroyo Maldonado.

El caso de balneario Buenos Aires, se vincula a un proyecto de “barrio cerrado”, donde, por un lado está el litigio respecto a si son tierras privadas o de dominio público, y por el otro la normativa que le permite al privado desarrollar proyectos de determinadas características, que impactan en áreas muy sensibles.

Recordó que, en 2020 se aprobó la directriz costera que señala un aumento del espacio costero que prohíbe las construcciones, además de favorecer la gestión integrada; esto es la participación de los actores locales, además de los organismos estatales vinculados al tema y el emprendedor.

“La playa es el gran bien público que tenemos como comunidad”, que genera además una gran cantidad de beneficios sociales y fundamentalmente ambientales, que, si se deterioran es muy difícil recuperarlos, advirtió Gadino, que también explicó lo vinculado a las franjas en las que se prohíbe todo tipo de intervención.

En tal sentido, dijo que eso está trazado desde hace mucho tiempo y que no hubo un proceso de actualización, cuando la dinámica del mar ha cambiado, con avances y retrocesos, por lo cual es relativo lo de los 150 metros de costa que son de dominio público y no pueden ser intervenidos.

Agregó que luego de la primera franja, hay otra en la que la ley establece que se rebe realizar un estudio de impacto. En el caso de balneario Buenos Aires, el desarrollo inmobiliario se extendería a lo largo de 15 manzanas, con algunos accesos públicos a la playa, pero generando básicamente “un gran tapón”.

Desde el Cure-Maldonado, también se están realizando gestiones al más alto nivel, en procura de que se detenga el proceso que permitiría a privados, desarrollar un proyecto inmobiliario que, seguramente se sumará a la constante agresión que sufre la costa del departamento.