Lo hizo en la Junta departamental de Maldonado, la edila (s) del Frente Amplio, Ana Laura Antúnez, pidiendo que haya más participación en la búsqueda de soluciones a esta problemática que va más allá de lo que está haciendo la propia Intendencia de Maldonado, voluntarios y alguna ong. Advirtió que organismos como Asse también debieran preocuparse por el problema.
Ana Laura Antúnez, volvió a denunciar en el Legislativo Departamental, la problemática que se está viviendo en el ex asentamiento Kennedy, y exigió una mirada integral, porque “no solo estamos hablando de las situaciones de los animales abandonados”, “sino también de las personas que conviven allí con estos animales y que aún siguen en el barrio”.
Dijo que no se ha sido lo suficientemente responsables “con nuestros animales y eso ha contribuido a la situación de emergencia que hoy estamos viviendo. A esto le debemos sumar que el maltrato animal no está tipificado como delito, entonces muchas veces no se puede hacer nada y no se está aplicando la normativa como se debe”.
Tras referirse a las políticas públicas de bienestar animal, enfatizó en que el Plan Nacional de Control Reproductivo deja “muy claro que es obligatorio castrar y en el mismo momento chipear en todo el territorio nacional, tanto a perros como a gatos”, para controlar la superpoblación de animales domésticos (la tasa es de 8,5 por cada 10 habitantes).
“A la fecha, las 19 intendencias, junto al INBA, son las que se deben encargar de llevar a cabo este plan, conjuntamente con algunas ong, porque las intendencias no han podido cubrir el convenio que tenían, entonces se abrió el llamado a las ong”, por lo que “no estamos pudiendo llegar a esos lugares donde más se necesita”, dijo Antúnez.
En el Kennedy
Respecto a lo que ocurre en ese asentamiento en pleno proceso de realojo de sus habitantes, en el marco de un plan que lleva adelante la Intendencia de Maldonado, dijo que “no hay animales castrados ni chipeados. Las familias fueron realojadas y dejaron a sus animales abandonados”, que son asistidos por voluntarios a una ong.
“Hay animales en situaciones muy graves, hay otros que permanecen aún allí porque no hay lugares para poder llevarlos. Se ha hablado del tema con el refugio, pero el mismo exige condiciones mínimas que deben tener estos animales para poder ser trasladados; aún están en charlas para que esto suceda para poder llevarlos”, narró.
Dijo que desde la Comisión de Bienestar Animal de la Junta Departamental, se solicitó en forma urgente hablar con las instituciones que, “creemos que son las que deberían estar trabajando en ese barrio, porque no es solamente la Intendencia, debería estar el INBA, central y departamental, el que no está funcionando. Esa política ha fallado”.
Pero agregó que también deberían participar Asse y los ministerios del Interior y de Vivienda, porque el problema se debe abordar de manera integral sin buscar “culpables”, porque si bien la Intendencia hace lo que puede desde su lugar, “¿qué pasa? Bienestar Animal está dentro de (la dirección general de) Higiene”.
Sostuvo que sería importante que Bienestar Animal trabaje en otra órbita, y que había dialogado con las principales autoridades de Higiene Ambiental, y, “el tema es que hay un desborde, hay cuestiones que exceden a ellos y necesitamos la presencia del INBA, estamos hablando del Instituto de Bienestar Animal que no ha aparecido en el territorio”.
Ana Laura Antúnez, estimó que en el asentamiento hay unas 80 familias que todavía no se han mudado que dejarían sus animales cuando sean realojadas, e insistió en que “no es un tema para buscar culpables sino que es un tema para involucrarnos todos como sociedad y pensar por un momento en las condiciones en que están los animales”.
Pidió encarecidamente que la situación de ese lugar “sea abordada por las autoridades, y no solo hablo de la Intendencia. La Comisión de Bienestar Animal ya está abocada al tema e hizo lo que estaba a su alcance, pero necesitamos que se sienten a una mesa Vivienda, Salud, el Mides. Estamos hablando de situaciones de personas mayores…”.
Advirtió que hay quienes viven con 6 o 7 animales en situaciones muy precarias, y que, “se percibe que algunos tienen alguna patología psiquiátrica y que otros tienen enfermedades crónicas. Hay personas mayores que viven solas, en una acumulación de mugre, y estas personas no saben si se van a trasladar o no”.
Concluyó que, las asistentes sociales le expresaron que “hay muchos casos donde no saben qué van a hacer con esas familias… porque han tenido episodios de violencia y han sido denunciadas por sus núcleos familiares, y entonces el traslado está bastante complejo porque no los pueden realojar juntos; y a su vez está la problemática de los animales”.
(Fotos: Cedidas por Ana Laura Antúnez)