El hecho se habría registrado durante un fin de semana de febrero y recién se conoció en las últimas horas ya que no hubo información pública oficial. Lingotes de oro, miles de dólares en efectivo, un importante número de monedas de colección y joyas, forman parte del botín de uno de los robos más cuantiosos de los últimos tiempos ocurrido en el departamento de Maldonado.
El millonario robo, del que aún no hay información oficial, se pudo haber producido entre la jornada del sábado 20 y el domingo 21 de febrero y en ausencia de moradores, en una inmensa finca de campo ubicada en camino Del Golf casi camino De los Flamengos, al Noreste de La Barra.
Tras los datos aportados por las víctimas, no quedan dudas de que el robo tuvo un entregador que no solo sabía de los valores que allí se guardaban sino en que lugar de la inmensa construcción que integra la finca “Five Stars” se encontraban y, hasta que se necesitaba para acceder a ellos.
En la finca fueron dejadas varias herramientas apropiadas para violentar cajas fuertes, bóvedas o instalaciones que cuentan con seguridad adecuada. Se estima que al menos dos personas (profesionales) ingresaron a la propiedad forzando una puerta lateral para luego dirigirse directamente a un dormitorio.
En esa habitación había una bóveda que mediante un trabajo muy intenso y usando las herramientas mencionadas pudo ser violentada. En el interior, se guardaban 2 lingotes de oro, unos dos centenares de monedas de colección de oro y de plata, así como unos US$ 120.000 en efectivo, y algunas joyas.
El trabajo policial es silencioso pero intenso, procurando “barrer” la zona en procura de algún testigo o registros de cámaras de video vigilancia, ya que en el entorno hay varias grandes residencias de campo que cuentan con distintas medidas e incluso personal de seguridad en los accesos.
A la propiedad ingresaron al menos dos personas que con gran experiencia violentaron la bóveda utilizando herramientas adecuadas. Probablemente y en un vehículo que podría ser una camioneta, se estima que en el camino esperaba un tercer delincuente, incluso comunicado con los primeros.