La mujer, de 39 años, había sido detenida el 6 de agosto pasado en el balneario de los cerros, tras lo cual pasó a cumplir arresto domiciliario preventivo mientras se sustancia la extradición a Brasil, donde deberá purgar una pena superior a los 8 años por delitos vinculados al narcotráfico.
Stefanía Quirque Bello (39), había sido detenida el 6 de agosto pasado en Piriápolis, tras un largo trabajo de investigación a cargo de efectivos de varias dependencias, entre ellas Interpol, ya que sobre ella recaía una orden de captura internacional mediante notificación “roja”.
El pedido de captura databa del 9 de febrero de 2021 a solicitud de Interpol Brasil, por ausentarse de ese país donde estaba sujeta a un proceso judicial por tráfico de drogas y era buscada para el cumplimiento de una sentencia de 8 años, 6 meses y 29 días de penitenciaría.
Tras ser detenida, en el Juzgado Penal de 31° Turno de Montevideo se dispuso para ella 40 días de arresto domiciliario preventivo total -a la espera de la recepción del pedido formal de extradición-, contados desde la notificación de la detención al Estado parte requirente, en este caso Brasil.
Este martes, cuando la Policía fue a su casa a realizar uno de los controles diarios, la mujer no se encontraba en ninguna parte de la casa por lo que inmediatamente se dio cuenta a la Justicia. A esta hora distintas dependencias del Ministerio del Interior trabajan para recapturarla.
Es tremenda
Stefanía Quirque Bello fue noticia desde 2008, cuando junto a su amante (un arquitecto) intentó matar a la esposa de este hombre, una contadora que esquivó la muerte tras dos ataques a balazos, y un tercero mediante una inyección de insulina mientras se recuperaba del primer atentado.
En el primer intento, un sicario contratado por el arquitecto Martín Somoza Fernández, esperó en el interior del apartamento de la pareja munido de un arma de fuego con la que atacó a la contadora apenas ingresó, pero la dejó herida por lo que debió ser hospitalizada.
En el segundo intento de asesinato, la propia Stefanía Quirque, disfrazada de enfermera, ingresó al hospital Británico donde estaba internada la víctima del ataque a balazos anterior, e intentó matarla mediante la aplicación de una inyección de insulina, pero también falló.
La contadora estaba acompañada por su propio marido quien avisó a Stefanía que la mujer estaba dormida, y a su vez, “se hizo el dormido” en el momento que su amante entró a matarla, lo que no logró porque la contadora se despertó y comenzó a gritar pidiendo ayuda.
Finalmente, fueron contratados otros dos sicarios que balearon a la contadora en un coche, cuando se desplazaba junto a su hija y un tío, pero tampoco lograron darle muerte. La Policía capturó a los hombres, quienes luego admitirían que era “un trabajo por encargo”.
A esa altura la pareja de amantes ya había sido detenida. Quirque Bello y el arquitecto Somoza Fernández, fueron procesados como coautores de una tentativa de homicidio especialmente agravado por la premeditación, y muy especialmente agravado por precio (habían pagado por el frustrado asesinato).
Pero en noviembre de 2011, durante el horario de visita Stefanía se fugó de la cárcel de Cabildo. La investigación posterior pudo establecer que había comprado por US$ 600 un pasaporte italiano robado en Carrasco, con el que anduvo viajando por España y luego retornó a Brasil y desde allí a nuestro país.
En Uruguay entabló una relación sentimental con un narcotraficante que había conocido en la cárcel de Las Rosas, en Maldonado, con el que vivió en distintos lugares de Montevideo y Canelones, hasta desembarcar en Las Toscas, donde recién en 2017 fue capturada.
En la operación realizada en el balneario canario, fueron atrapadas 11 personas, al tiempo que se incautó droga, dinero y varios vehículos. A la condena que Quirque tenía pendiente, le sumaron el delito de falsificación de documentos, ya que portaba un pasaporte italiano falso.
Cumplió la pena por el intento de homicidio de la contadora y la falsificación de documentos y quedó en libertad tras lo cual se supo que había retornado a Brasil donde nuevamente entró en contacto con narcotraficantes, hasta que en julio de 2017 fue detenida por la Policía Federal.
Fue en el marco de un operativo de combate al tráfico de cocaína; pero mientras se sustanciaba el proceso con ella en libertad, nuevamente retornó a nuestro país donde se encontraba desde entonces, hasta que el 6 de agosto fue detenida en pleno centro de Piriápolis, su ciudad natal.