(ÚLTIMA INFORMACIÓN – H. 14.30) Ocurrió sobre la hora 5.30 de la madrugada de este jueves. Cuando Bomberos de Pan de Azúcar y luego de Piriápolis llegaron al lugar, poco pudieron hacer ya que se enfrentaron a un fuego generalizado que redujo toda la construcción a cenizas. Las víctimas son abuela, de nacionalidad argentina y nietos, respectivamente.
El fuego se originó sobre la hora 5.30 de este jueves, en una cabaña de madera ubicada en calles Cerro Tupambaé y Monseñor Jacinto Vera, a tres cuadras de Ruta 9 en la pequeña localidad de Cerros Azules, ubicada 15 kilómetros al Oeste de la ciudad de Pan de Azúcar.
Ante el llamado de alerta, concurrió personal de Bomberos del destacamento de Pan de Pan de Azúcar, encontrándose con fuego generalizado que comenzó a ser combatido en forma inmediata ya que en el interior de la precaria construcción habría más de una persona.
Poco después arribó otra unidad de Bomberos de Piriápolis. Lamentablemente, se confirmó que en el siniestro fallecieron María Susana Gomensoro, de 67 años y nacionalidad argentina, y sus nietos Dylan de 8 años y Mía de 10, ambos hermanos de apellidos Cabrera González.
En el lugar aún se encuentra trabajando Bomberos y personal policial de la seccional 5ª de balneario Solís, ya que el cuerpo de la mujer no había sido rescatado a raíz de que el fuego y la alta temperatura habrían hecho colapsar el techo de la pieza en la que se encontraba, y le cayó encima.
Se espera el arribo de un equipo de pericias de Bomberos para iniciar la investigación de lo ocurrido, en tanto en el lugar, donde se han vivido escenas de gran dolor, ya se trabaja y se procuran testimonios que permitan llegar a alguna conclusión sobre el origen del fuego.
Salvó su vida el esposo de María Susana Gomensoro y abuelo de los niños, Danilo González, de 70 años, quien sufrió algunas lesiones pero fue asistido en el lugar sin necesidad de internación. Fue precisamente este hombre quien aportó algunos datos que pueden ayudar a saber lo que ocurrió.
En la noche del miércoles, había encendido un parrillero de la casa, que está a muy pocos metros de las paredes de madera de la casa. Es probable que alguna brasa haya quedado encendida y por acción del viento, en la madrugada se haya desplazado provocando el encendido de la madera.