La del martes no fue una jornada más en el asentamiento Kennedy de Punta del Este, donde se mezclaron la angustia aún reinante por la muerte de tres niños en el incendio ocurrido el domingo último, las muestras de solidaridad con su familia, y el rechazo de otros que señalan como responsables de lo ocurrido a los padres.

Mientras la Justicia procura establecer si hubo responsabilidades o no en el siniestro que el domingo en las primeras horas de la mañana destruyó totalmente una humilde vivienda de dos plantas en la que perecieron tres niños, en el barrio se viven distintas sensaciones.

Hay movimientos de vecinos y de la propia Intendencia de Maldonado, en procura de obtener ayuda para las familias que resultaron afectadas, las que además de haber perdido tan trágicamente a tres niños de 11, 8 y 4 años de edad, literalmente quedaron con lo puesto.

Pero por otro lado hay quienes tienen un profundo malestar porque señalan a los padres de los pequeños como responsables de lo ocurrido, por no haberse “metido” en las llamas a rescatarlos logrando sobrevivir, entre ellos integrantes de las propias familias involucradas en la tragedia.

Este martes, Bomberos y la Policías debieron concurrir al mismo lugar donde se produjo el incendio del domingo, ya que un grupo de personas prendió fuego una antigua camioneta del padre de los niños fallecidos, que utiliza para su trabajo y se había salvado del siniestro.

Como consecuencia de lo ocurrido, vecinos que realizaban una campaña de recolección de todo tipo de elementos y alimentos para los afectados, decidieron detener la misma, tras ser duramente increpados por familiares de la niña de 11 años que resultara fallecida.

Cabe recordar que, la niña era hija de una pareja anterior del padre de los otros dos niños y no vive en el asentamiento sino en Montevideo, desde donde había viajado para pasar el fin de semana con su progenitor. Los varones de 4 y 8 años son hijos de la actual pareja del dueño de casa.

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