En las últimas horas de la noche del lunes y en medio de un discreto pero notorio operativo de seguridad, el individuo de 29 años que el domingo degolló a su pequeño hijo de 8 años en un establecimiento rural cercano al límite entre Maldonado y Rocha, fue trasladado al CTI de Sanatorio Cantegril de Punta del Este.
Robert Rejal, de 29 años de edad, fue trasladado en las últimas horas de este lunes en grave estado, desde Comeco en Rocha donde estaba siendo asistido, hacia Sanatorio Cantegril de Punta del Este. Fue ingresado en grave al Centro de Tratamientos Intensivos.
El filicida, tras degollar a su pequeño hijo Alex, de solamente 8 años, intentó quitarse la vida. Con la misma arma blanca se provocó dos profundos cortes en las muñecas y otro en el cuello que le seccionó la laringe; cuando fue encontrado por la Policía estaba agonizando.
Sin rumbo
Robert Rejal se había separado hace algún tiempo de la madre del pequeño Alex, quien había decidido radicarse en la ciudad de San Carlos junto al hijo. Esta situación fue desequilibrando al padre que clamaba por él y se lamentaba permanentemente no tenerlo consigo.
Se expresaba sistemáticamente en su cuenta de la red social Facebook, donde no insinuaba poder llegar a un desenlace tan inesperado. La última vez que escribió en su cuenta, fue el domingo 11 a la hora 13.36, horas antes de tener que entregar al niño nuevamente con su madre.
“Hijo mio eres todo lo que tengo de balor sobre todo en este mundo para mi y tengo que estar legos de ti no es gusto para mi. Difrutar esos dias que bienes y querer aserlos eternos pero las horas se ban y el tiempo pasa y yo solo me quedo esperando x un nuevo dia x mi hijo” (copia textual).
Más tarde, se comunicaría con la ex pareja vía telefónica, donde una vez más le había reclamado que quería tener a Alex con él, porque pretendía llevarlo a una escuela rural cercana al establecimiento de campo donde trabajaba, a la altura del kilómetro 179 de Ruta 9.
Tras esa discusión se estima que Robert Rejal tomó la terrible decisión de quitarle la vida al niño y la suya propia, aunque esto último no lo logró quedando en grave estado por las heridas auto infligidas. La madre del pequeño se presentó el mismo domingo ante la Policía de San Carlos.
Allí narró que el hombre no solo se había negado a retornarle el niño, sino que le había proferido varias amenazas. La Policía de San Carlos se comunicó con su par de Rocha, desde donde se dispuso la concurrencia de un móvil de la dependencia más cercana al establecimiento de campo.
Cuando llegaron al lugar los efectivos de la seccional 7ª de El Canelón (Rocha), se encontraron con un cuadro dantesco. En una habitación yacía sin vida y en medio de un gran charco de sangre el cuerpo del pequeño Alex, y a su lado Robert Rejal, gravemente herido pero aún con vida.