Fue durante los cinco minutos de los partidos políticos y en el comienzo de una exposición de la exintendenta y actual edila del FA, Susana Hernández. En las barras había una quincena de mujeres luciendo remeras con la frase “No me callo nada” que en ese momento se pararon, lo que fue entendido como una manifestación anti reglamentaria.
La sesión ordinaria de la Junta Departamental de Maldonado, de este martes 15 de agosto, quedó trunca en medio del espacio de los partidos políticos, cuando tras la decisión del presidente de desalojar las barras, la bancada oficialista no retornó al recinto y la sesión quedó sin quorum para continuar.
Hasta ese momento habían expuesto representantes de los partidos Nacional y Colorado, y cuando comenzaba a hacerlo la edila y exintendenta Susana Hernández, unas 15 mujeres que estaban en las barras se quitaron sus abrigos y se pararon luciendo remeras con la leyenda “No me callo nada”.
El presidente del cuerpo, Darwin Correa, advirtió que era antirreglamentaria cualquier tipo de manifestación desde el sector reservado para el público, lo que generó respuestas que lo llevaron a interrumpir la exposición de Hernández y finalmente ordenar el desalojo de las barras.
Mientras esto ocurrió, tanto el presidente del cuerpo como el resto de la bancada oficialista se retiraron de sala y ya no volvieron, por lo cual el primer vicepresidente asumió la presidencia y anunció que por falta de quorum la sesión se levantaba. El PN habría emitido un comunicado que no llegó a MaldonadoNoticias.
La edila Susana Hernández, en representación del Frente Amplio, iba a denunciar la violencia a la que sostienen están sometidas las mujeres en la Junta Departamental, e iba a comenzar citando lo previsto en el Artículo 4 de la Ley N° 19.580 que se refiere a la misma.
En ese marco, pretendía citar algunos ejemplos, “donde sentimos que hay violencia en este ámbito: en la sesión pasada (del martes 8 de agosto) se le apaga el micrófono, se la silencia a una edila dentro de su tiempo reglamentario, subrayo, en el tiempo que le corresponde por reglamento”.
“Exponía sobre irregularidades en la adjudicación de becas a estudiantes sin cumplir los requisitos, en perjuicio de quien sí los cumplía. En síntesis, estaba defendiendo una causa, con origen en una injusticia, que se siente como propia, aunque no la padezcamos personalmente”, agregó Hernández.
Ese hecho es caratulado como “violento” y como la gota que, “desbordó el nivel de tolerancia, ante reiterados hechos que acá vivimos las mujeres”, señalando posteriormente una serie de situaciones que ratifican lo que se pretendía denunciar la noche de este martes.
“En sesión del 1 de noviembre de 2022, el presidente de este cuerpo dice textual ´no se puede ser tan mala leche, no se puede ser tan mal ser, porque esto trasciende la política, está la parte humana y para hacer política hay que ser primero un ser humano´”.
También, que el 27 de junio de este año una edila estaba haciendo uso de la palabra cuando quien presidía dijo que lo hacía “porque yo la estoy dejando”, insistiendo ante la aclaración de esta de que estaba ejerciendo su derecho, que, “al contrario, estoy dejándola hablar bobadas”.
Respecto a la sesión del cuerpo del martes 8 del mes en curso, Susana Hernández, señaló que “alguien dijo ´son un gallinero´, lo que habla del nivel empleado al referirse a nosotras a lo que sumamos las interrupciones constantes”, a lo largo de distintas instancias del Legislativo.
“Los ejemplos que anteceden demuestran que la violencia política hacia nosotras se practica de diferentes maneras en este ámbito: invisibilizándonos, desacreditándonos, tratando de generarnos sentimientos de culpa si no somos obedientes o políticamente correctas”, insistió.
En ese marco, se denuncian también interrupciones, “casi a gritos sobre nuestra voz, si estamos exponiendo, utilizando cuando se refieren a nosotras, el pronombre masculino edil en lugar de edilas, cosa que solicitamos en forma permanente, porque eso también es violencia”, agregó.
Sobre el final de lo que no pudo exponer Susana Hernández, señala que las mujeres “tenemos dignidad; para quien no entienda el concepto, es que nos hacemos valer como personas, con respeto hacia nosotras mismas y hacia los demás, no nos dejamos humillar ni degradar porque eso es perder dignidad…”.