Mediante un convenio suscripto hace más de un año por la dirección general de Casinos del Estado y la facultad de Medicina, se creará en Maldonado una unidad para atender la ludopatía, en un local que aportará la Intendencia Departamental. Esta problemática fue abordada en el Legislativo por el edil Luis Artola, del Partido Nacional.

El edil Luis Artola (MP), en el comienzo de su exposición explicó que la ludopatía es una enfermedad que “destruye a individuos y a familias enteras”, y que debe ser un compromiso de todos ayudar a las personas que padecen esa patología, “a superarse” colaborando en la prevención.

Explicó que la enfermedad “se caracteriza porque las personas no pueden controlar el impulso a jugar, haciéndolo en forma desmedida, convirtiéndose en una patología y dejando de ser una diversión para convertirse en un daño para el jugador, que apuesta todo lo que tiene…”.

Agregó que a diferencia de otras enfermedades que pueden curarse con medicamentos, “la ludopatía no, se puede curar con una psicoterapia en donde al paciente se lo escucha, contiene y es tratado por un profesional” interiorizado en esa problemática específicamente.

Aseguró que mucha gente llega a perder todos sus ahorros, su bienestar económico, así como sus propios bienes materiales y hasta los de sus familias. “En el peor de los casos e impulsados por la desesperación” pueden llegar a “decidir acabar con su propia vida”, advirtió.

Se puede

Frente a la demanda de la población de recibir ayuda y la necesidad de poder atender a quienes sufren esta patología, es que la licenciada en psicología Mirian García, “comenzó a trabajar en un programa de prevención y tratamiento del juego patológico”, explicó Luis Artola.

Esto se logró mediante un convenio entre la dirección general de Casinos del Estado y la facultad de Medicina de la UdelaR, a través de su Unidad Docente Asistencial en Psicología Médica. En ese marco, Casinos creó en el ámbito de su competencia el Programa de Autoexclusión para Ludópatas.

Artola remarcó que el mismo se enmarca en “la política de responsabilidad social de la misma, donde las personas afectadas deciden voluntariamente auto excluirse de concurrir a las salas de juegos de azar dependientes de la dirección general de Casinos del Estado”.

El primer objetivo de este programa apuntó a crear una unidad multidisciplinaria que permitiera ayudar en la prevención y tratamiento del juego patológico, con la perspectiva de tomarlo como referente nacional, para lo que se formó un grupo con distintos profesionales.

Por su parte, Casinos del Estado se comprometió a promover el juego responsable perfeccionando su sistema de auto exclusión de ludópatas de todos sus casinos y salas de esparcimiento, derivando a la unidad creada a nivel universitario, a las personas que le soliciten ayuda.

Artola explicó que para el primer año de implementación del programa se preveía tratar a 20 pacientes, pero al final fueron 40 pacientes en tratamiento y 40 personas en grupos familiares. Además, se instaló una línea gratuita 0800, sirviendo para la captación de pedidos de ayuda y como detector epidemiológico.

Mucha gente

La investigación, arrojó durante el primer año de funcionamiento del programa, que la cantidad de pedidos de consultas fue de 230 (51% hombres y 49% de mujeres); del total de consultas, la media de edad para el hombre ludópata en el Uruguay es de 40 años y para la mujer de 55 años.

Por otra parte, se conoció que en el año 2010 el 86% de la ludopatía era causada por las “maquinitas”, mientras que la ruleta significaba el 10%; otro dato de la investigación da cuenta que el 65% de los pacientes ludópatas tiene antecedentes de haberse criado con algún familiar que presentaba problemas con el juego.

“Entonces el balance del primer año del programa de prevención y tratamiento del juego patológico arrojó una alta adherencia al tratamiento, donde el 80% de pacientes que asistían al Hospital de Clínicas continuará su tratamiento”, subrayó el edil Artola quien agregó otros datos positivos del programa.

“La urgencia por la demanda solicitada desde el Norte del país, llevó a que se creara el Proyecto de la Unidad Regional Norte. Había mucha gente que demandaba asistencia en la ciudad de Paysandú y localidades cercanas ya que les resultaba costoso trasladarse a Montevideo”, dijo.

En ese marco, el 31 de mayo de 2011 Casinos del Estado firmó un convenio con la Facultad de Medicina, quien, a través de su Unidad Docente Asistencial en Psicología Médica en el Hospital de Clínicas, se comprometió a mantener y mejorar la citada unidad y crear otra Unidad Multidisciplinaria en la Región Norte.

Finalmente, el 1° de septiembre del 2016 se firmó un nuevo convenio entre las partes. La Facultad de Medicina, a través de su Departamento de Psicología Médica en el Hospital de Clínicas, se comprometió a mantener y mejorar el Programa de Prevención y Tratamiento del juego patológico, en sus 2 unidades.

Pero, además, se definió la creación de una tercera unidad en el Este del país y concretamente en la ciudad de Maldonado, para la asistencia integral del juego patológico, así como también, para realizar actividades de docencia, investigación y extensión, con el objetivo de tomar dicho programa como referente nacional.

“Cómo todos bien sabemos, Maldonado en particular es un departamento en donde se fomenta el juego de azar y lamentablemente día a día son más las personas afectadas por esta patología. Es un grave problema social del cual debemos ser conscientes, preocuparnos y ocuparnos…”, advirtió Artola.

Sin embargo, y a pesar de que hace más de un año que se firmó el mencionado convenio entre Casinos y la citada facultad, la unidad no se había podido instalar “por la falta de un lugar físico para que pueda funcionar un consultorio y poder tratar a los ludópatas de Maldonado”.

Finalmente, Luis Artola, anunció que, mediante la intervención del Intendente Enrique Antia, “la comuna ha otorgado el espacio físico para poder poner en funcionamiento el consultorio y así atender a las personas con esta enfermedad y a sus familias”, para lo que se está adecuando un espacio físico.