“La vivienda y el hábitat no son solo la casa y la llave, son las personas y las mejores condiciones de integración y de derecho a la ciudad”, dijo la directora Nacional de Vivienda, Lucía Etcheverry, durante su comparecencia ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Senadores. Desde 2005 se regularizaron más de 42 asentamientos a través de 28 proyectos y se efectuaron más de 1.000 realojos.
Lucía Etcheverry explicó que el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente aplica el Programa de Integración de Asentamientos Irregulares (PIAI) y el Programa Mejoramiento de Barrios, creados en 1999 y 2000 en el marco de un contrato de préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Además, el PIAI, con la integración de la política de vivienda y hábitat del Ministerio de Vivienda, desde 2005 a la fecha, regularizó 42 asentamientos a través de 28 proyectos, entre ellos algunos en el departamento de Maldonado, beneficiando a centenares de familias.
“Actualmente no estamos hablando de cambiar el asentamiento aislado, sino que estamos hablando del asentamiento que está inserto en una unidad territorial, que también tiene precariedad desde el punto de vista de los servicios”, por lo cual las intervenciones llegan al conjunto de las familias del lugar.
Explicó asimismo, que el programa de regularización no es un programa de vivienda solamente ni un programa social y de infraestructura, “son las tres dimensiones integradas”, por lo cual “en esa lógica vamos a seguir trabajando”, aseveró la directora Nacional de Vivienda.
Agregó que desde esa perspectiva se pueden hacer intervenciones en dos, tres y cuatro asentamientos en un mismo territorio, con familias propietarias que hicieron el esfuerzo de comprar un terreno y que recibirán por parte del Estado mejoras en saneamiento, alumbrado, infraestructura y servicios de transporte público.
Etcheverry expresó que la política de acceso a la tierra pública en zonas con todos los servicios es otra de las prioridades de trabajo del Ministerio de Vivienda para este quinquenio, así como la generación de programas para la gente que tiene capacidad de pago, pero no de ahorro.
Otra de las prioridades es sostener el apoyo presupuestal y el mejoramiento de la gestión por parte del cooperativismo, atender las necesidades habitacionales de jubilados y pensionistas, y también a la población activa a través de la participación de empresas constructoras.
“La vivienda y el hábitat no son solo la casa y la llave, son las personas y las mejores condiciones de integración y de derecho a la ciudad, marco que propicia el Ministerio de Vivienda a través de su presupuesto”, afirmó la jerarca.