Montevideo -ciudad y departamento-, aún están para descubrirse. La capital, que recibe turismo todo el año, ahora potencia y hace conocer su inmensa oferta en tiempos de pandemia. Busca que los propios uruguayos descubramos propuestas poco conocidas o a las que no se les presta atención.
Montevideo es una capital turística para toda la familia y para todos los gustos: desde el comercial hasta el histórico, desde el natural hasta el gastronómico. La oferta es tan amplia como imposible de describir, si se toma en cuenta también la vasta y productiva área rural del departamento.
La dirección de Turismo de la Intendencia Departamental de Montevideo, el hotel Radisson Victoria Plaza y la empresa Comunicación Sur, se unieron para que periodistas de distintos puntos del país, pudieran acercarse al menos a algunas de las tantas propuestas de la capital.
La invitación a “Descubrir Montevideo”, se encuadra en una fuerte apuesta de las autoridades y operadores, para posicionar a la ciudad más grande del país como un destino sanitario seguro en tiempos de pandemia; que aplica todos los protocolos en forma natural y ofrece distintas opciones a los uruguayos.
El Famm Press se inició con la bienvenida a cargo del gerente general del Radisson Victoria Plaza, Reynaldo De Gregorio y la gerente Comercial, Betiana Rosendo; Santiago Unaniam de la dirección de Turismo de la Intendencia de Montevideo y el equipo de Comunicación Sur.
Un breve recorrido por el Radisson, permitió ver como se cumplen todos los protocolos sanitarios sin alterar el funcionamiento de uno de los hoteles más emblemáticos de la capital, donde a lo largo de las décadas se han alojado las más importantes personalidades que han visitado el país.
Todos los servicios están habilitados y respetando los cuidados que impone la situación actual. La piscina semi olímpica y áreas para la práctica de deportes, incluida una pista de atletismo de 80 metros, y el restoran Arcadia, son solo algunos de los atractivos que no se deben dejar pasar.
La primer visita fue a Bar Facal, en el corazón de avenida 18 de Julio, cuya especialidad es el tradicional “chivito” uruguayo. Fue fundado en 1882 y es el más antiguo del centro capitalino. La esquina, congrega a miles de turistas en torno a la estatua de Carlos Gardel y a la fuente de los candados.
Una visita al mirador ubicado en el piso 22 de la Intendencia de Montevideo es un paseo poco conocido y permite en 360° observar la totalidad de la ciudad; además del vértigo que provoca subir en ascensores totalmente vidriados que operan desde el exterior del edificio; las postales son imperdibles.
Para las últimas horas de la tarde una opción puede ser uno de los tantos bares o pequeños restoranes ubicados en Pocitos o Punta Carretas, como La Vanguardia 1934, en la esquina de Roque Graseras y 21 de Setiembre, después de recorrer el intrigante castillo de Humberto Pitamiglio.
En La Vanguardia, la atención directa del chef internacional Juan Manuel Berro y todo su equipo es inigualable, y permite degustar una gastronomía que se podría definir como no convencional para lo que acostumbra la mayoría del uruguayo a la hora de la merienda.
Por la noche, cita ineludible para quienes desean transportarse en el tiempo y conocer historias montevideanas, es compartir una pizzas al tacho de Bar Tasende, un rincón estrechamente vinculado a la cultura y a grandes personajes, ubicado muy cerca del teatro Solís, apenas detrás de la Torre Ejecutiva.
En Bar Tasende todo es simple, desde la ambientación a las mesas y sillas que no deben tener menos de 60 o 70 años de antigüedad. Otro de los tantos detalles: los vasos son muy simples y de un tamaño notoriamente menor a los más comunes hoy en día; son “como los de antes”, comentó alguien.
El lugar es ideal para repasar las historias que personal especializado contó de Humberto Pitamiglio en el castillo que lleva su nombre, en la rambla; los misterios de una construcción que se debe conocer y que es mucho más que la proa de barco que es punto ineludible de cualquier cámara fotográfica.
Para redondear un fin de semana que se puede escurrir como agua entre las manos, no puede faltar una visita al cerro de Montevideo, el punto natural más alto de la ciudad. La selfie con las letras multicolores de “Montevideo” y las postales que se obtienen de la ciudad y su entorno rural, son excusas suficientes para ir.
Finalizando, se pueden encontrar muchas sorpresas en el que se conoce como “Montevideo Rural”, un área que termina recostándose sobre San José y Canelones que sorprende por el alto desarrollo de diversos cultivos y producciones variadas. Se huele campo estando a pocos minutos de la capital.
El Fam Press cerró con una visita a chacra La Macarena, un establecimiento que cuenta con 40 hectáreas productivas y otras 40 de humedales que son mostrados con orgullo por sus dueños, un matrimonio amante de la naturaleza y los gustos camperos, que cuida todo con mucho celo.
Las horas del día no son suficientes para recorrer el monte nativo y los humedales en un vehículo 4x4; o los extensos bosques de frutales que se entremezclan y pueden ser recorridos en una chata tirada por tractor; por supuesto no faltan las salidas en bote y, y luego, las exquisitas comidas caseras.
#DescubríMontevideo está para ser descubierto. Nadie dude al momento de necesitar cambiar de aire, elegir unos días en la capital. Montevideo no es solo un gran centro comercial y donde se concentran los principales organismos públicos, se puede ir “al estadio” o a un desfile de carnaval. Es mucho más.
(Fotos: MaldonadoNoticias | Comunicación Sur
