Las máximas autoridades de la organización no gubernamental integrada por 36 países que no cuentan con representación diplomática en Uruguay, visitaron éste lunes al Intendente de Maldonado con el objetivo de estrechar los lazos de amistad ya existentes.

El presidente, Juan Mártony (Hungría) y el vicepresidente, José Luis Pombo (Chipre) del Cuerpo Consular Honorario (CCH) del Uruguay, expresaron que hay un especial interés en colaborar con Maldonado ya que, por sus características, es un departamento que recibe a muchos diplomáticos y extranjeros.

El CCH es una organización no gubernamental integrada por 36 países que no cuentan con representación diplomática en Uruguay, que tiene como objetivos facilitar, apoyar y fomentar las gestiones y acciones necesarias para incrementar y mejorar las relaciones bilaterales.

Durante el encuentro, que tuvo lugar este lunes 4 de septiembre en el edificio comunal, Mártony sostuvo que tradicionalmente se ha estado en contacto con la Intendencia de Maldonado, y que en esta ocasión se pretendía incentivar los lazos de amistad ya existentes.

La reunión con el Intendente Enrique Antía, se centró en “ofrecer colaboración consular en distintos aspectos”. Uno de los principales cometidos, es brindar asistencia primaria en casos que involucren a países que “no tienen representación diplomática (embajadores)”.

Por otra parte, muchas veces hay contactos por la llegada de políticos o turistas, así como en conferencias o situaciones en las que se necesita un traductor. Maldonado es un departamento que por su potencial turístico y proyección internacional, “muchas veces necesita de nuestra labor honoraria”, concluyó.

El CCH

Las funciones y prerrogativas de los cónsules honorarios se encuentran regidas por la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares del 24 de abril del año 1963, ratificada por Uruguay por Ley N° 13.774 de 14 de octubre de 1969.

Cuando los Estados carecen de representación diplomática en el país con el cual mantienen relaciones, optan por nombrar cónsules honorarios, que en su gran mayoría poseen la nacionalidad del país receptor.

De esa forma se evita el requerimiento de un período de adaptación al nuevo medio. A su vez, las misiones diplomáticas no tienen un plazo predeterminado de radicación en Uruguay y las representaciones consulares no generan costo alguno para los países involucrados.