La Asociación de Conductores Uruguayos de Aplicaciones, señala que hace siete meses que espera que los ministerios de Trabajo y Economía den respuesta a sus pedidos. Piden que la intendencia de Maldonado y las de otros dos departamentos regulen su actividad.

Los conductores de Uber y otras aplicaciones reivindican que forman parte de un sistema de transporte privado de pasajeros y que están en pie de igualdad con los taxis y remises.

Los trabajadores aclaran que no cuentan con subvenciones para la compra de naftas o vehículos y reclaman que las intendencias de Maldonado, Colonia y Canelones regulen su actividad, como lo hizo la intendencia de Montevideo.

Según los conductores de aplicaciones, que plantearon su problemática ante el Parlamento, hace siete meses que esperan que los ministerios de Trabajo y Economía les otorguen los beneficios reclamados.

Según la Asociación de Conductores Uruguayos de Aplicaciones, aportan por gastos fijos unos US$ 80 millones anuales, a lo que se suma el efecto sobre la economía del país por la compra de vehículos.

Cada chofer recorre un mínimo de entre 1.500 y 2.000 kilómetros por semana. Eso hace que, en el escenario más básico, se consuman unos 550.000 litros de combustible por semana, para cubrir esta distancia.

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